La HOAC de Jaén celebra, «online», su retiro de Cuaresma
27 marzo de 2020
El domingo 22 de marzo, de 6 a 7, los y las militantes de la Hermandad Obrera de Acción Católica fuimos convocados a reflexionar sobre el mensaje de cuaresma del Papa y de la Comisión Permanente de la Hermandad Obrera de Acción Católica, para luego comunicar a través de mensajes de correo o de whatsApp la reflexión y la oración que cada uno hizo en sus hogares.
Deseando ser místicos en el mundo obrero empobrecido hemos contemplado nuestra vida, nuestro crecimiento, familia, trabajo, comunidad, formación, la lucha de cada día, nuestras debilidades y miserias y hemos manifestado nuestros sentimientos al sentirnos débiles y necesitados. Es el tiempo de reconocer y acoger la posibilidad de que Dios rehaga nuestro ser cada día. Es una urgencia reconstruir nuestra existencia, intentar vivir en plenitud y, dar las gracias por la oportunidad que siempre nos da de acercarnos a Él en los hermanos y de sentir lo mucho que nos ama.
Vemos que necesitamos al Padre más que nunca ante el miedo y la incertidumbre, no dejándonos vencer ni apartarnos del dolor de los demás en esta época de confinamiento. Sabemos que su vara y su cayado nos sosiega, aunque haya momentos oscuros. Nos falta coraje para coger el látigo y echar a los mercaderes del templo y sentimos que la HOAC nos devuelve la esperanza y la templanza, dando sentido a nuestra vida.
Hemos pensado más en Dios en estos días de confinamiento viendo nuestro servicio al prójimo desde nuestro trabajo en la ayuda a domicilio, en la atención de personas sin hogar, de familias sin recursos…
Estamos experimentando la urgencia de reconciliarnos con Dios a través de nuestros hermanos, nuestras familias y sobre todo con nosotros mismos, sabiendo que el Padre es generoso y esta generosidad se tiene que traducir en servicio a los demás. Necesitamos seguir avanzando en conversión y en nuestra relación con Dios a través de la oración, para seguir abiertos a su voluntad.
Damos gracias al Padre por darnos fuerzas para acompañar la enfermedad, la necesidad, la vulnerabilidad y la fragilidad de cada día.
Nuestro compromiso no es otro que, desde esa debilidad, vivir para poder ayudar al mundo obrero empobrecido.
Esta reflexión nos ha hecho ser conscientes de lo inútil que es esta sociedad que hemos construido para dar respuesta a las necesidades de las personas más vulnerables o lo que es lo mismo a construir el Proyecto de Dios pero, al mismo tiempo, vemos con más claridad cuáles son los caminos por los que andar para construir esa Vida Nueva.
Nos comprometemos a hablar con personas concretas y a seguir apoyando a tantas personas que se están gastando y desgastando por los demás, a convertir nuestra angustia e impotencia en acompañamiento de personas necesitadas. Rogamos esa conversión para poder mirar a los más pobres desde Dios, esos pobres que son los molestos socialmente pero que nos preceden en el Reino de los cielos. Y en este compromiso y entrega a los demás exclamamos comunitariamente: ¡Cómo podré pagar al Señor, tanto bien como me has hecho! y ¡El Señor ha hecho en mí maravillas!
Terminamos reconociendo que este retiro en casa ha sido una llamada que nos saca de nuestras comodidades y seguridades para lanzarnos a la intemperie de la existencia, junto a nuestras hermanas y hermanos empobrecidos del mundo obrero, con quienes hemos de hacer camino de vida. Un camino que nos necesita CONVERTIDOS DE TODO CORAZÓN con los crucificados de este mundo.
Hermandad Obrera de Acción Católica. HOAC. Jaén.