Los jóvenes de la Diócesis miran a María en la víspera de su Inmaculada Concepción
5 diciembre de 2017Los distintos Arciprestazgos de la Diócesis de Jaén están organizando vigilias de jóvenes y adolescentes en torno a la figura de María, en la víspera de su Inmaculada Concepción.
Casi todas tendrán lugar la tarde del 7 de diciembre, con la celebración de una vigilia de oración y reflexión en la que también habrá tiempo para talleres por grupos y para la convivencia y el compartir.
El Arciprestazgo de Bailén-Mengíbar y La Carolina, con el lema, «Dichosa tú, que has creído» comenzará a las 19:30 horas en el Colegio Sagrado Corazón de Bailén.
El Arciprestazgo de Mágina comenzará con la vigilia a las 5,30 en Pegalajar, en concreto, en el centro cultural la charca, y después de una oración, talleres pro grupos y una peregrinación en la que se trasladará a la Inmaculada hasta la Iglesia parroquial de la Santa Cruz, se celebrará una eucaristía y se concluirá con una chocolatada.
El Arciprestazgo de Cazorla celebrará su vigilia con el lema “¿Qué quieres de mí?” en la Parroquia de Santa María de Cazorla, a partir de las 17:30 horas. Durante la Vigilia se visitarán los Templos de Cazorla y se ofrecerá un testimonio de vida.
En el Colegio de Cristo Rey de Villanueva del Arzobispo tendrá lugar la vigilia del Arciprestazgo del Condado-Las Villas con el título, «Unidos a María».
Los dos Arciprestazgos de Jaén se reunirán en el Seminario diocesano, a las 18 horas con la acogida de todos los jóvenes que quieran participar, para después realizar una visita guiada por la exposición vocacional “Enredados”. El lema elegido este año para la celebración de la Vigilia, «Es tiempo de sembrar esperanza». A las 20 horas, el Obispo diocesano presidirá una Eucaristía, en la Capilla Mayor del Seminario, donde se celebrará la admisión a las Sagradas Órdenes de cuatro seminaristas: Antonio José Blanca, Francisco Javier Cova, Antonio Guerreo y Jesús Llopis.
Al concluir, habrá un momento para el encuentro con el Señor y con su Madre, la Santísima Virgen, en una Vigilia de oración, para acabar este encuentro con una cena compartida.