La iniciativa iglesia unida por el trabajo decente defiende en este 1º de mayo que “sin compromiso no hay trabajo decente”
3 mayo de 2022Militantes de la HOAC, Secretariado de la Pastoral del Trabajo, Cáritas, CONFER, Secretariado de Migraciones, Acción Católica General y Pastoral Penitenciaria han celebrado con este lema, una eucaristía en la Iglesia de San Juan y San Pedro de Jaén, presidida por el Secretario de Migraciones, D. Jesús Castro y concelebrada por el Consiliario de la HOAC, D. José González denunciando que hoy en día, persisten en el funcionamiento de la sociedad muchas formas de injusticia en el mundo, alimentadas por un modelo económico basado en el beneficio, que no duda en explotar y descartar a la persona, hecho que afecta especialmente a jóvenes y mujeres, víctimas de una de las mayores tasas de desempleo, trabajos peor remunerados y elevada rotación, entre otros.
Se ha anunciado que el trabajo es expresión de amor, de entrega, de contribución singular y única a la construcción de una sociedad más justa e igualitaria, sin explotación ni opresión de ningún tipo; es nuestra apuesta por crear comunidad para conseguir que esté a la altura de la persona y su dignidad, pidiendo a Dios que ayude en el comprometernos para generar Trabajo Decente; trabajo donde la persona pueda desarrollar sus actitudes y capacidades intelectuales, creativas y manuales, porque como expresa el Papa Francisco “el trabajo no tiene solamente una finalidad económica y de ganancia, sino sobre todo una finalidad que implica al hombre y su dignidad”.
Se ha reconocido cómo el trabajo precario imposibilita la realización personal, que priva de la dignidad, cómo el trabajo indecente, sin derechos es germen de desigualdades, pobreza y exclusión y cómo el trabajo mercantilizado, cosificado es ajeno o está enfrentado al cuidado de la creación.
En la homilía se ha reflexionado sobre qué nos impide defender el trabajo decente si tenemos fe en que Dios nos ama, si somos capaces de ver a Dios en el otro más vulnerable, más pobre, si tenemos pequeñas comunidades que nos alientan en la defensa y el compromiso frente a la injusticia y con el mundo obrero más empobrecido, donde la dignidad humana está más vulnerada, más pisoteada. Al calor del evangelio juzgamos que no estamos solos en la tarea de la defensa del trabajo digno, si manifestamos el mismo amor que Dios nos tiene por los demás, apacentando los corderos.
Hemos pedido por la Iglesia, en especial la Iglesia de Jaén, para que, fiel en el seguimiento de Jesús, fomente la defensa del trabajo decente en sus instituciones, por los sindicatos, por la mejora de las condiciones de las trabajadoras del hogar, por el empleo juvenil, por un trabajo seguro, por la regularización de los migrantes irregulares, por las empresas y por las autoridades públicas, para que con políticas justas garanticen la justicia social, una verdadera igualdad salarial y políticas sociales.
En la acción de gracias una madre de familia ha expresado su alegría por haber conseguido un trabajo decente y con ello haber paralizado un desahucio en estos días, dando gracias por la lucha y el acompañamiento. Este testimonio ha servido de base para alzar la voz en la lectura del Manifiesto del 1º de Mayo y denunciar con el Papa la precariedad e inestabilidad laboral que no logran salir de la pobreza a pesar de trabajar, descartando a mujeres, jóvenes y migrantes y cómo la guerra y la pandemia están debilitando el derecho al trabajo porque “el trabajo es un factor indispensable para construir y mantener la paz…, es compromiso, esfuerzo, colaboración…, el trabajo es el lugar donde aprendemos a ofrecer nuestra contribución por un mundo más habitable y hermoso. Es más urgente que nunca promover condiciones laborales decentes, orientadas al bien común y al cuidado de la creación”.
HOAC Jaén