Jaén, haciendo realidad el sueño de Dios, en el encuentro nacional de Acción Católica

38 fieles de la Diócesis han estado presentes en el Encuentro Nacional de Acción Católica que se ha desarrollado durante este fin de semana en Ávila. Entre ellos, 3 sacerdotes y laicos de las parroquias de San Félix de Valois de Jaén, La Encarnación y el Salvador de Bailén, Santo Tomás Apóstol de Úbeda, Santa María de Torredonjimeno, San Juan de la Cruz de La Carolina, San José de Linares, y La Natividad de Villanueva de la Reina.

En el acto inaugural comenzaba con un espectáculo maravilloso por parte de la Diócesis de Cartagena – Murcia, en el que se presentaba a la Acción Católica como una respuesta a la llamada de Jesús de extender el evangelio a todos los hombres, cumpliendo así el Sueño de Dios.

Después se hizo un repaso a todas las diócesis reunidas en Ávila. Un total de 470 adultos, 138 jóvenes, 78 niños, 68 sacerdotes y 11 obispos.

La Comisión Permanente nos dio la bienvenida a todos, agradeciendo de manera especial a los obispos presentes su participación en nuestro Encuentro.

El acto se cerró con un dialogo entre algunos laicos y nuestros obispos sobre la misión que hemos de jugar los laicos en esta nueva evangelización.

Después de un descanso, en el patio del Colegio Diocesano, por medio de juegos y otro tipo de dinámicas se hizo una introducción sobre los caminos que se iban a trabajar en este Encuentro: familia, trabajo, política, cultura y presencia pública. Constituidos equipos de miembros de todas las edades y sectores, hemos jugado al pasapalabra, hemos cantado, adivinado y sobre todo nos lo hemos pasado muy bien.

Por la tarde, tuvo lugar la celebración de la eucaristía al aire libre en un marco espectacular, en la Plaza de la Santa. Ha estado presidida por Mons. D. Javier Salinas Viñals, presidente de la Comisión Episcopal del Apostolado Seglar de la Conferencia Episcopal Española El día concluyó con una cena de productos típicos de todas las regiones de España ofrecidos por cada uno de los grupos de participantes.

El vienes, 2 de agosto, después del desayuno y la oración en cada uno los alojamientos, la mañana comenzó con la ponencia inaugural, que llevaba como título “La Doctrina Social de la Iglesia”. La pronunció Teresa Compte Grau, directora del Master de Doctrina Social de la Iglesia de la Universidad Pontificia de Salamanca. A la ponencia le siguió un diálogo con la ponente.

Tras el descanso, tuvo lugar un taller para presentar la flamante «Guía de Espiritualidad» de Acción Católica. Después de la presentación de la Guía de Espiritualidad, se hizo un trabajo por grupos para profundizar en los distintos aspectos de su contenido.

Por la tarde, los asistentes se dividieron en grupos según el camino de vida que habían elegido. El trabajo en cada uno estos caminos comenzaron con una breve ponencia sobre el mismo, a la que siguieron testimonios de personas que han descubierto la llamada de Dios a seguir este camino de vida y proyectos concretos que se están realizando en diversos lugares vinculados a estos cinco caminos.

La Eucaristía de este día tuvo lugar a las 20.00 horas en la Iglesia de San Pedro. Fue presidida por Mons. Luis Argüello, obispo auxiliar de Valladolid y secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española. Recordó a los presentes que somos un pueblo convocado y enviado. Somos testigos de la acción de Jesús que en la Eucaristía da la vida por nosotros.

Tras la eucaristía, en la Plaza del Mercado Chico, donde cenamos y asistimos a una velada en la que Sofía Gómez Robisco y Manu Escudero, dos cantautores cristianos, compartieron sus canciones.

El sábado, después del desayuno y la oración en los lugares de alojamiento, todos nos trasladamos de nuevo al Colegio Diocesano, donde, divididos en grupos, compartimos la reflexión sobra las ponencias, experiencias y proyectos, que la tarde anterior se habían presentado en torno los cinco caminos de vida.

Este día la Eucaristía la tuvimos por la mañana, a las 12.30, en la iglesia Del Real Monasterio de Santo Tomás. Estuvo presidida por Mons. Antonio Gómez Cantero, obispo de Teruel y Albarracín y obispo consiliario de Acción Católica, que nos habló sobre la necesidad de ser una Iglesia en salida; pero nos aclaró que, antes de salir, hay que entrar en nuestro corazón y ver lo que allí tenemos. Habíamos escuchado el pasaje del encuentro de los dos discípulos con Jesús en el camino de Emaús; aquel camino, nos dijo, es un camino parecido al que propone la metodología de Acción Católica. Los discípulos pasan por un «ver» (Jesús ha muerto); luego pasan a un «juzgar», cuando Jesús resucitado les explica las Escrituras, que iluminan la realidad de su muerte; después un «celebrar», cuando asisten a la fracción del pan de Jesús; finalmente esté el «actuar», que se desarrolla cuando vuelven a ponerse en camino de regreso a Jerusalén, para dar testimonio de su experiencia.

Por la tarde, hubo una puesta en común dinámica del trabajo realizado por la mañana en los grupos. Comenzaron los adultos, jóvenes y niños aportando sus reflexiones y propuestas de compromisos, para terminar haciendo su aportación en un gran cartel de colores los niños más pequeños que estaban en la guardería del Encuentro.

Acabó el día con una velada nocturna en el patio del Colegio Diocesano en la que se celebró la «fiesta de cumpleaños» del décimo aniversario de Acción Católica.

La última jornada de encuentro contó con la ponencia de la Dra. Dña Linda Ghisoni, subsecretaria del Dicasterio para los Laicos, Familia y Vida, titulada “Soñando un laicado transformado y transformador”. En su exposición, la señora Ghisoni comentó la importancia que tienen los laicos para dar frutos en la tarea evangelizadora. “Los laicos no somos obreros en la viña del Señor, somos parte de la viña misma: yo soy la vid, vosotros los sarmientos”, comentó. “Como bautizados, somos los primeros llamados a transformarnos y a transformar; no estamos solos”.

El Encuentro acabó con la eucaristía del envío en la catedral, presidida por Don José María Gil Tamayo, obispo de Ávila. Al final de la misma, los asistentes recibieron un ladrillo en miniatura como recuerdo, para que nunca olviden que cada uno es un ladrillo en la construcción de esta Iglesia y de este mundo en los que el Señor nos ha colocado.