Corpus Christi en Villardompardo 2020

15 junio de 2020

Villardompardo es conocido por su Corpus. Se conservan estatutos de nuestros antepasados que recogen que ya celebraban la solemnidad del Corpus Christi hace casi medio milenio.

Cada año, como por arte de magia, nuestro pueblo se transforma para este día: los vecinos se reúnen durante meses para elaborar los diferentes altares y ultimar hasta el más mínimo detalle, con el único objetivo de que todo «luzca más que el sol» para cuando  Cristo Sacramentado recorra nuestras calles.

Este año es muy especial para todos los Villarengos, porque nuestro Corpus en breve será declarado Bien de Interés Cultural Etnológico.

Por motivos de seguridad, ante esta pandemia que estamos sufriendo a nivel mundial, todo ha sido diferente este año: nuestro pueblo no amanecía con esa tupida alfombra de juncia, ni esa atmósfera impregnada de aroma a diferentes plantas olorosas como tomillo, romero… Todas las fachadas no estaban cubiertas de adelfas y diferentes ramos, ni  siquiera el pueblo estaba repleto de gigantescos altares llenos de belleza y singularidad que mostraran una verdadera catequesis al aire libre…

Pero sí han estado todos los balcones engalanados y cada vecino, a modo individual, ha decorado con flores, plantas y algún que otro pequeño altar su fachada y hemos podido escuchar música característica de este día que provenía desde diferentes balcones.

Este año Jesús Sacramentado no ha procesionado por nuestras calles , ni ha hecho estación en cada uno de los altares . No hemos podido visualizar a la custodia seguida de todo el cortejo: el párroco; los niños de Primera Comunión; la Comitiva Municipal; los diferentes Grupos Parroquiales de Culto, con sus estandartes y báculos; la banda de música… Ni una lluvia de pétalos ha descendido al paso de la Custodia…

Pero el pasado jueves, recordando que antes el Corpus se celebraba ese día, hubo exposición y adoración del Santísimo Sacramento y tanto el sábado como el domingo hemos podido asistir a la celebración de la Eucaristía seguida de la adoración al Santísimo Sacramento en el templo. El aforo ha sido reducido, tal y como está marcado, pero todos los Villarengos han podido estar presentes desde sus casas, ya que ha sido retransmitido en directo por un canal digital.

Hemos podido percibir ese aroma a incienso y hemos podido visualizar el resplandor de Jesús en la custodia mientras rostros emocionados, que ni siquiera la mascarilla podía ocultar, arrodillados ante el Altísimo, entonaban el himno simbólico de este día: «Cantemos al Amor de los amores» sin poder evitar que la voz se les quebrara ante tanta emoción. En definitiva,  nuestro Corpus este año ha sido distinto pero no menos bonito, porque hemos seguido con la tradición aunque sea de la forma que nos marca esta pandemia ,ya que ni siquiera este potente virus  ha podido conseguir eliminar la verdadera esencia villarenga ante su Corpus, que no es otra que ese Amor incondicional al Santísimo Sacramento.

Este año, como los anteriores, cada Villarengo hemos recibido y acogido a Jesús en nuestro corazón, ahí se ha hecho presente y nos ha recordado que dio su Cuerpo y su Sangre por todos nosotros, como muestra de entrega y servicio.

Precisamente este año, en el que nuestro Corpus está a punto de recibir oficialmente  el merecido reconocimiento, Jesús ha querido que lo vivamos de modo diferente, pero auténtico y en el corazón villarengo no puede haber sino alegría de saber que aunque Cristo Sacramentado no haya podido recorrer nuestras calles, sí que ha acogido a  cada víctima de Coronavirus en su Reino… sí que  ha hecho estación en cada una de las familias que han tenido que despedir a un ser querido, para darles el consuelo que necesitan… sí se ha detenido en «el altar» que cada sanitario o Cuerpo del Estado ha ido modelando en su corazón cada vez que han estado en «primera línea de batalla», para darles fortaleza y animarlos a seguir velando por la salud y seguridad de los demás… Sí que se «ha sentado» en cada regazo de las personas más vulnerables ante esta pandemia, para hacerles sentir que no están solas… Sí que ha tocado el corazón de todos nosotros, para que sepamos ver lo que realmente es importante en la vida y para hacernos más sensibles y solidarios ante las personas que están sufriendo…

Por primera vez en nuestra vida hemos sido testigos de un Corpus diferente, pero los Villarengos tenemos claro que sigue siendo el día de la Caridad y mientras más difícil nos ponga este virus la situación mayor Caridad hacia los demás fluirá de cada corazón.

 

Texto: Loly Gay Calvache
Fotos: Nieves Susi Mozas

Galería fotográfica: «Corpus Christi Villardompardo 2020»

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