Convivencia y formación del clero joven
1 julio de 2024
Los jóvenes presbíteros de nuestra Diócesis nos hemos reunido estos días en la Casa de Espiritualidad San Juan de Ávila, en La Yedra, para celebrar el último encuentro de convivencia y formación del curso. Convocados por el Delegado para el Clero, D. Raúl Contreras, y animados por nuestro Obispo, D. Sebastián Chico Martínez, hemos vivido de nuevo unos días de comunión y fraternidad sacramental con diferentes momentos de carácter formativo, espiritual, cultural y lúdico.
Al igual que en otras ocasiones, comenzábamos el domingo por la noche. El lunes partimos para el Santuario de Ntra. Sra. de Tíscar, donde tuvimos la mañana de retiro; allí, nuestro compañero D. Antonio Guerrero nos compartía unos puntos a modo de introducción para la oración personal. El tema propuesto era “La sinodalidad en la Sagrada Escritura.” La mañana concluía con la celebración de la Eucaristía, dando gracias a dando gracias a Dios por el ministerio recibido y por cada uno de los que en esta semana celebrábamos el aniversario de ordenación sacerdotal.

Por la tarde, visitamos la Cueva del Agua, Huesa y Quesada, donde pudimos conocer su rico patrimonio cultural y espiritual. Después, el párroco D. José Manuel, a quien agradecemos su disponibilidad y acogida, nos compartía su testimonio sacerdotal, y ante la Virgen de Tíscar, terminamos con el rezo de vísperas.
El martes por la mañana lo dedicamos a la formación. El encargado de impartir la charla fue el Vicario General D. Juan Ignacio Damas, que nos hizo reflexionar sobre la “Sinodalidad y misión presbiteral”. Tras un café, tuvimos un distendido rato de fructífero diálogo. El encuentro lo concluíamos con la comida, y con la mirada puesta en el próximo curso.

Este encuentro tuvo también una emotiva despedida, pues los sacerdotes D. José Manuel Pancorbo y D. David Martínez cumplían los diez años de pertenencia al clero joven. Don Sebastián hizo entrega a los dos presbíteros de un pequeño detalle para recordar este momento.
En definitiva, damos gracias a Dios por estos momentos tan necesarios que nos ayudan a todos a crecer en nuestro sacerdocio, para mejor amar y servir al pueblo santo de Dios.
Francisco Javier Cova Martínez
Sacerdote