«Desarrollo sostenible, un reto para la Iglesia del siglo XXI»: tema central del encuentro de formación del clero
23 noviembre de 2015El Seminario Diocesano de Jaén acogía hace unos días un encuentro de formación del clero diocesano de Jaén.
La jornada, convocada por la Delegación Episcopal del Clero que dirige el sacerdote D. Juan Arévalo, comenzaba con la oración cristiana con la creación del Papa. Y se dedicaba a profundizar en la encíclica Laudato Si que el Papa Francisco daba a conocer en mayo del presente año, sobre el cuidado de la casa común.
A continuación, el Sr. Vicario General, D. Francisco Juan Martínez Rojas, presentaba brevemente al ponente, D. Francisco José Guerrero Ruiz, licenciado en biología y catedrático de ecología de la Universidad de Jaén.
Durante su ponencia «Desarrollo sostenible, un reto para la Iglesia del siglo XXI», Guerrero aseguraba que “el concepto de desarrollo sostenible surge a finales del siglo XX como alternativa al modelo que ha generado la actual crisis ecológica, consecuencia del agotamiento de los recursos, el exceso de producción de residuos y la degradación y/o destrucción de los ecosistemas naturales”.
Asimismo, subrayaba que “la humanidad ha mutado, desde una economía local, pausada, agrícola y autosuficiente, hacia una vertiginosa realidad global, acelerada, industrial, urbana y totalmente dependiente de los recursos que se agotan”.
“La austeridad como valor ético comporta una orientación de la conducta hacia la evitación del despilfarro y el gasto inútil, priorizando la satisfacción de las necesidades sobre los deseos. La austeridad se basa en una distinción entre necesidad y deseo”, continuaba el ponente. Y a este respecto mencionaba una frase del Papa Francisco de su encíclica Laudato Si: “Nadie pretende volver a la época de las cavernas, pero sí es indispensable aminorar la marcha para mirar la realidad de otra manera, recoger los avances positivos y sostenibles y, a la vez, recuperar los valores y los grandes fines arrasados por un desenfreno megalómano”.
Tras un breve descanso, el encuentro continuaba con un diálogo con el ponente. Y finalmente, culminaba tras la Eucaristía celebrada a las 13 horas.