Noticias desde la Misión Diocesana de Ecuador
20 octubre de 2014 La Diócesis de Jaén sigue manteniendo en Rocafuerte, en Ecuador, una misión diocesana en la que trabaja el sacerdote Luis Fernando Criado Reca. Natural de la localidad de Andújar, fue ordenado sacerdote en Jaén en 1987, ha desempeñado su labor en varias parroquias de la diócesis de Jaén y desde hace varios años está como misionero en esta región ecuatoriana.
En una reciente carta enviada por Luís Fernando al Sr. Obispo de Jaén le comenta algunos aspectos de su trabajo diario.
Este misionero afirma que «en estos tiempos, antes que comience el invierno, toca salir más a las comunidades del campo. Ahí se experimenta con intensidad lo que es la salida misionera, pues toca pisar lodo, montar a caballo, en lancha, caminar… para poder llegar al destino».
Luis Fernando comenta la alegría que da cuando el misionero visita a las comunidades más alejadas y «encuentra a la comunidad reunida esperando la visita del sacerdote que apenas logra acercarse a ellos una vez al año. Normalmente en estas visitas la gente se vuelca en la acogida, la preparación de la celebración, etc. Uno regresa con más ganas de servir a estos pueblos. Siento como con el tiempo he ido perdiendo el miedo a irme a estos lugares lejanos y eso me ayuda a salir más y con mayor empeño».
La semana que viene se va a realizar en esta misión diocesana de Rocafuerte el decimoséptimo cursillo para guías y catequistas, que se desarrolla en aquella localidad desde que están allí destinados los sacerdotes de Jaén. Estos encuentros, según Luis Fernando, «son un motor para la parroquia y una ocasión muy importantes para encontrarse, coordinar, celebrar, formarse y orar juntos. Suelen venir una media de unas treinta personas».
Por otro lado, el sacerdote también comenta que siguen «ayudando, en la medida en que podemos, a jóvenes estudiantes, enfermos, pobres, personas con discapacidad. Es una constante que la gente acuda a la parroquia en busca de una mano solidaria. En la casa parroquial sigo acogiendo a varios jóvenes estudiantes que vienen de familias muy desestructuradas y ellos se están convirtiendo en líderes en la pastoral juvenil y en los grupos misioneros».
Este misionero quiere compartir con todos los fieles de la diócesis de Jaén esta experiencia para pedirnos «que le tengamos muy presentes en las oraciones y que no se olviden de este pedacito de Jaén en tierras ecuatorianas».