Constituido el Consejo Diocesano de Misiones de Jaén
6 octubre de 2014 Ha sido constituido recientemente en una reunión celebrada en el Seminario Diocesano de Jaén el Consejo Diocesano de Misiones. El Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo, que presidió el acto, valoró la importancia de coordinar toda la acción misionera que se realiza en la diócesis, respondiendo así a la petición del Cardenal Filoni, prefecto de la Congregación para le Evangelización de los Pueblos, que en circular enviada a las Conferencias Episcopales el verano de 2013 recomendaba además de que los servicios de la delegación diocesana de misiones y de la dirección diocesana de las OMP deberían ser asumidos en cada Iglesia local por la misma persona, que estos servicios deberían estar articulados colegialmente por el Consejo Diocesano de Misiones.
El primer responsable de la misión es el Obispo con todo su presbiterio y junto a las congregaciones religiosas, movimientos y laicos comprometidos con el anuncio del Reino de Dios en cada Diócesis.
El Consejo Diocesano de Misiones es un órgano eclesial de reflexión, animación y coordinación misioneras y en cuanto tal intentará ser un espacio de conocimiento, respeto, aprecio y amor mutuos entre todos los representantes de las Instituciones que trabajan en el campo de la animación y cooperación misional.
Tiene como finalidades primordiales:
– Ayudar al Obispo, directamente o a través de su Delegado de Misiones, en su cometido de coordinación de las instituciones de carácter misionero de modo que todo se realice en comunión eclesial.
– Bajo la dirección del Obispo y su Delegado Episcopal, impulsar los trabajos que se realizan por los diferentes organismos en orden a una mayor eficacia de la animación y formación misioneras, así como la cooperación espiritual, vocacional y material de la diócesis.
– Organizar toda la labor misionera, en coordinación con las OMP, haciendo de cada diócesis una Iglesia local con un espíritu de misión permanente.
– Reflexionar en clave misionera sobre los nuevos desafíos que plantean a las comunidades eclesiales la situación de increencia o de abandono de la fe de muchos bautizados, y la consiguiente necesidad de una Nueva Evangelización en las Iglesias particulares.
Corresponde al CDM acrecentar en los fieles la preocupación por el anuncio del Evangelio en los lugares o situaciones en los que la Iglesia no está establecida firmemente todavía o que aún no conocen a Cristo, mantener la relación con los misioneros de la diócesis, y coordinar las actividades de este consejo con las Obras Misionales Pontificias.
Es importante que todos los organismos e institutos que se dediquen a la misión universal de la Iglesia lo hagan en coordinación con este consejo.