Una veintena de sacerdotes diocesanos participan en los Ejercicios espirituales celebrados en la Yedra
16 febrero de 2022Del 7 al 11 de febrero, una veintena de sacerdotes de la Diócesis de Jaén hemos podido vivir en la casa de espiritualidad diocesana San Juan de Ávila de la Yedra, junto a nuestro Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, unos ejercicios espirituales organizados por la Delegación Episcopal para el Clero y dirigidos por el P. Víctor Chacón Huertas, sacerdote Redentorista, nacido en Granada en 1986.
Durante esos días nos hemos sentido como los apóstoles del Señor que, al regreso de la misión, vuelven a reunirse con Jesús, le cuentan todo lo que han hecho, y Él les dice: “«Venid vosotros a solas a un lugar desierto a descansar un poco». Porque eran tantos los que iban y venían, que no encontraban tiempo ni para comer” (Marcos 6,31). También nosotros a menudo sentimos el riego de la dispersión de tareas y del activismo y necesitamos esa parada con Jesús, que “recrea y enamora”, pacifica, serena y unifica. Con frecuencia a todos nos tienta el cansancio y la insatisfacción y necesitamos renovar la esperanza y sumergirnos en el río de gracia del Buen Pastor, que nos carga sobre los hombros, muy contento (cf. Lc 15,5).
El horario de los ejercicios ha sido bastante equilibrado: por una parte, abundantes momentos de oración en comunidad (Laudes, Hora intermedia, Rosario, Eucaristía con Vísperas, y Completas); por otra, intensos periodos de reflexión (dos conferencias diarias de una hora y una plática de media hora); además, amplios momentos de meditación y oración personal (por la mañana, por la tarde y por la noche); y por último, ambiente de descanso por el silencio durante toda la jornada y por los periodos de reposo y sueño.
Los temas de las nueve charlas han sido a la vez teológicos y pastorales:
1º El Espíritu Santo: para dejarle a Él el protagonismo desde el primer día.
2º “En dinámica de encarnación”: comenzando desde la humanidad de Cristo y desde nuestra propia fragilidad.
3º «Obrar y orar con toda el alma»: pues nuestra vida sacerdotal no deja de ser una ofrenda a Dios.
4º “En camino junto a otros”: la dimensión esencial de la comunidad y la sinodalidad.
5º “Pecado y reconciliación”: San Ireneo atribuye una función pedagógica al mal, “para que nos eduque y nos haga sabios”.
6º “Amarás con todo tu corazón”: el celibato es pasar de la necesidad de ser amado a la convicción de que soy amado.
7º “Una vida que alaba y agradece”: Lo propio de la vida creyente es vivir en continua alabanza y acción de gracias a imitación de Jesús de Nazaret.
8º “Os daré pastores según mi corazón” (Jer 3, 15): Necesitamos cambiar y reorientarnos hacia una pastoral misionera.
9º “Llamados al anuncio de Cristo y su Evangelio”: Una invitación a la conversión pastoral, que incluye tanto la conversión personal como la de muchas estructuras de nuestra pastoral parroquial.
El alto nivel de las charlas del Padre Víctor se ha ido equilibrando y enriqueciendo con decenas de anécdotas graciosas de su experiencia como misionero redentorista en muchas parroquias y en el Centro de Estudios y Planificación Misionera (Cesplam).
La casa de la Yedra es un lugar tranquilo, en mitad de la naturaleza, con un ambiente de hogar, con la presencia y el servicio de unas religiosas y laicos que ponen el toque de familia y de pueblo de Dios.
En resumen, estos Ejercicios han sido unos días de encuentro personal con el Señor en el silencio y el recogimiento; un tiempo privilegiado de discernimiento personal y apostólico, útil para una revisión de la propia vida pastoral; y unos momentos profundos de comunión fraterna con hermanos que viven las mismas dificultades, recorren los mismos caminos y buscan la misma meta, y con la presencia y el estímulo de nuestro obispo “en medio de todos con su cercanía sencilla y misericordiosa” (EG 31).
Concluyo con un texto de San Doroteo de Gaza que nos ofreció el Padre Víctor Chacón y que resumen lo vivido:
«Suponed un círculo. Imaginad que este círculo es el mundo, el centro del círculo Dios y los radios las diferentes vías o maneras de vivir los seres humanos. Cuando los santos, deseando acercarse a Dios, caminan hacia la mitad del círculo, en la medida en la que penetran en el interior, ellos se acercan los unos a los otros al mismo tiempo que a Dios, y cuanto más se aproximan unos a otros, más se acercan a Dios. Y lo mismo sucede en sentido inverso: cuando se alejan de Dios para retirarse hacia el exterior. Es evidente, pues que cuanto más se alejan de Dios más se alejan unos de otros, y que cuanto más se alejan unos de otros, más se alejan de Dios» (Doroteo de Gaza, Padre de la Iglesia Oriental (s. VI), en su libro Instituciones espirituales).
¡Cuánto más nos aproximamos a Dios, más nos acercamos a los hombres y viceversa!
Julio Segurado Cobos
Párroco de San Pedro Poveda de Jaén