Reconocimiento póstumo a la dedicación de Inmaculada Domingo a las personas necesitadas de La Magdalena

El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico, destaca la huella dejada y el testimonio evangélico a lo largo de su trayectoria como directora del equipo de Cáritas de la parroquia de Santa María Magdalena

Reconocimiento a la entrega y el compromiso de una voluntaria de Cáritas. La hasta ahora Primera Travesía de la Bobadilla Alta, en el barrio de La Magdalena, ha pasado a denominarse Calle de la voluntaria de Cáritas Inmaculada Domingo Domingo. Se homenajea así a quien fue directora del equipo de Cáritas de la parroquia de Santa María Magdalena durante 16 años, quien dejó una profunda huella por su dedicación a las personas más favorecidas hasta su fallecimiento. Autoridades, familiares y vecinos del barrio se sumaron, este jueves por la tarde, al descubrimiento de la placa con la que se reconoce su labor caritativa y social durante tantos años. 

El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Jaén, José Manuel Higueras, abrió el acto con la lectura del acuerdo municipal para el cambio de nombre de esta calle de La Magdalena. Por su parte, Enrique Díaz, también voluntario de Cáritas y amigo de la voluntaria homenajeada, agradeció a los presentes la asistencia al acto y compartió su experiencia junto con la anterior directora de Cáritas Parroquial de Santa María Magdalena. “Era una persona con un trato exquisito hacia los más necesitados, que se desvivía por los demás, y siempre con una sonrisa”, explicó. Subrayó que se trataba de un reconocimiento a una persona que «realmente lo merecía».

Mario Cárdenas, hijo de la voluntaria a la que se tributó el homenaje póstumo, acompañado de su padre y su hermano, Rafael y Jesús Cárdenas, respectivamente, intervino en nombre de la familia. “Todos los que conocíamos a Inma sabemos que este homenaje no le estará gustando nada. Nunca esperaba un agradecimiento por parte de nadie, y este de hoy no iba a ser menos”, comenzó. Ensalzó su alegría y su buen trato con todo aquel que la necesitaba. “Su ayuda incondicional y su cariño, entre otras cosas, hacían hueco en el corazón de todos. Estoy seguro de que sor Antonia y Carmen Montoro, entre otras personas y amigos del barrio, le estarán recordando que todo esto es por su gran labor y por la huella que ha dejado en el corazón de tantas personas”, continúo Mario Cárdenas. “Solo nos queda sentir que no se ha ido, que sigue ahí y que nunca se irá del todo”, dijo emocionado. Tuvo palabras de gratitud para todos los que han posibilitado este homenaje a su madre, que posibilitará que forme parte de la memoria de Jaén.

El obispo de Jaén y presidente de Cáritas, Don Sebastián Chico, mostró su alegría por participar en un acto en el que se reconoce “a una esposa, una madre, una gran vecina, pero también una gran herramienta eclesial”. “Para un obispo es muy satisfactorio este momento. Ver que una hija de esta Iglesia es tan querida por esta tierra, por su parroquia, su barrio y su ciudad”, comenzó. Recordó la larga trayectoria al frente del equipo de Cáritas de Santa María Magdalena, “que dejó una profunda huella en todos los que la conocieron y la trataron”. Recordó su etapa como alumna del Colegio San Vicente de Paúl y como vecina del barrio, “siempre comprometida con las personas más desfavorecidas y vulnerables”. “Quienes la conocieron recuerdan que fue ese espíritu comprometido con los más pobres de las Hijas de la Caridad el que la impregnó desde pequeña y marcó su forma de ser y de hacer”, compartió. “Si un barrio promueve que se dedique una calle a uno de sus vecinos, y el Ayuntamiento lo da por bueno, es porque sin duda dejó huella entre sus vecinos y vecinas. Que hoy estemos aquí recordando a Inma con la dedicación de una calle a su persona es porque pasó por la vida haciendo el bien y que esa entrega a los demás, a través de la acción caritativa y social de la Iglesia, fue para muchos una tabla de salvación en momentos duros. Para nosotros los católicos, sentir la cercanía, el rostro y la mano de Dios. Que un barrio quiera seguir recordándola y homenajeándola significa que ha marcado la vida de muchas personas», aseveró el prelado.

A su esposo e hijos les instó a que, a pesar del dolor de su pérdida, se sintieran profundamente orgullosos de ella porque con este reconocimiento “su recuerdo se hace más grande”. “Que una sociedad como la nuestra quiera subrayar la figura y la dedicación de una mujer a un barrio, la entrega y la dedicación a las personas con menos recursos y su compromiso con el Evangelio significa que la vida de Inmaculada no fue en vano. Que su amor por Cristo, reflejado en los más pobres y desfavorecidos, es reconocido por su barrio, por su gente, por su ciudad», apostilló monseñor Chico.

También agradeció el gesto al Ayuntamiento  en nombre de la Iglesia. “Jaén es una ciudad solidaria, comprometida con los que sufren, que atiende a los desvalidos. En este homenaje a Inmaculada Domingo también está el homenaje a tantos hombres y mujeres que desgastan sus vidas en la atención, el cuidado, el compromiso con los más débiles, con los últimos, entre ellos, todos los que han compartido parte de su vida junto a Inma”, defendió el obispo de Jaén. Se mostró convencido de que la dedicación de la calle “honra la memoria de una persona que supo integrarse en dicho barrio, dándose por completo a sus semejantes desde su honda convicción cristiana y su compromiso evangélico”. “Con esta placa y su compromiso sin figura quedan ligados al barrio de La Magdalena este nombre y esta mujer para siempre”, concluyó monseñor Chico.

Tras el descubrimiento de la placa de la calle, tomó la palabra del alcalde de Jaén, Julio Millán, quien parafraseó al pedagogo y filósofo Juan Antonio Marina: “Ser ciudadano es establecer un compromiso de excelencia con lo que te rodea, con el entorno donde vives” y subrayó que no es un derecho pasivo. “Llevar este compromiso activo al desarrollo integral de los últimos, hacer más inclusiva nuestra sociedad, como tiene entre sus preceptos Cáritas, es lo que define, en una primera aproximación, la figura de Inmaculada Domingo, parte activa de esta entidad y de esta parroquia durante el tiempo de su dirección”, argumentó el regidor. “Como alcalde, pero también como jiennense y residente en este casco antiguo, este concepto de ciudadano y ciudadana que Inmaculada representa es, sin duda, la mejor de las satisfacciones, porque encontrar gente comprometida, en la calle, que conoce necesidades y que trabaja de forma proactiva y colaborativa, hace que nos sintamos orgullosos de que en Jaén, gente como ella, haya venido a dejar su huella», prosiguió.

«Es mucha la huella de Inmaculada en la vida de muchas personas de los hogares de este barrio. Designar esta calle con su nombre -continúo Millán- es una forma de seguir teniéndola cerca de quienes la recuerdan con alegría y con un sentimiento de gratitud. Inmaculada tenía que seguir de cierta forma al alcance de su gente, viva en el recuerdo y en estas calles».  Destacó el papel de las mujeres en el voluntariado y deseó: “Que siga habiendo muchas Inmaculadas Domingo en Jaén, que sigan su senda, que peleen por la justicia social es, sin duda, el mejor legado que podemos dejar a nuestra ciudad y a las generaciones que nos sucederán”, concluyó el alcalde de Jaén.

Al término del acto, la parroquia de Santa María Magdalena acogió una eucaristía, presidida por su párroco y vicario episcopal de Caridad, Juan Raya. En la celebración se descubrió una placa de cerámica en recuerdo de Inmaculada Domingo, con la leyenda: «Tu tiempo: para los demás. Tu inquietud: la justicia. Tu respuesta: la entrega incondicional. Te seguiremos viendo en el barrio. ¡Gracias por tu vida, Inma!». 

Cáritas diocesana de Jaén

Galería fotográfica: «Dedicación de calle a Inmaculada Domingo»