Pasión, Muerte y Resurrección de Ntro. Sr. Jesucristo en la Catedral de Baeza
26 abril de 2022La S.I. Catedral de la Natividad de Nuestra Señora, vivió un año más con intensidad y solemnidad los cultos celebrados en torno a la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo.
Comenzaron, como no podía ser de otra manera, con la bendición y procesión de palmas, donde los fieles, recorrieron el entramado monumental que rodea el templo mayor, viviéndose estampas, como si verdaderamente, se estuvieran recorriendo las calles de Jerusalén. Acto seguido, tendría lugar la Santa Misa, donde se proclamó la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
En esta celebración, ocupó un lugar destacado la Agrupación Arciprestal de Cofradías y Hermandades de la ciudad de Baeza, quienes participaron en la liturgia de la misma. En este año y en deferencia el pregonero de la Semana Santa del presente, fueron los pregoneros anteriores de pasión y glorias, los encargados de participar en la Santa Misa.
En estos días de la pasión, la sagrada cátedra, fue presidida por el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, Vicario General de la Diócesis de Jaén y Deán de la S.I. Catedral de la Natividad de Nuestra Señora.
El Martes Santo, las naves del templo mayor se inundarían de melodías, con la interpretación del Miserere, que Hilarión de Eslava, compusiera para dicha Catedral y que magistralmente fue interpretada por la coral y orquesta baezana, bajo la dirección de D. Juan de Dios Robles.
El Excmo. y Rvdmo. Sr. D. Sebastián Chico Martínez, Obispo de Jaén, presidió en su primer año como pastor diocesano la interpretación del salmo cincuenta. Estuvo acompañado por el Vicario General y Deán de la Catedral, el Excmo. Cabildo Catedral y sacerdotes de la ciudad y de la Diócesis.
Y llegó el día que reluce más que el sol, celebrándose en la jornada de la tarde la cena del Señor, recordando así el memorial que Cristo nos dejó. La celebración de la Santa Misa, se prolongó con la procesión de Su Divina Majestad por las naves del templo hasta el monumento instalado en la capilla dorada. El templo mayor, permanecería hasta cerca de la media noche abierto, para que los fieles pudieran visitar a Jesús en el Sagrario, abriéndose de nuevo estas puertas en la mañana del Viernes Santo. Ningún baezano se quedó sin poder visitar al Señor.
A primera hora de la tarde del Viernes Santo, tendría lugar la pasión y muerte de Jesucristo. Era el día de la adoración de la Santa Cruz de Nuestro Señor Jesucristo y de revivir, a través de la palabra, la pasión y muerte de Cristo en la cruz. Este día, la colecta estuvo destinada a los santos lugares.
La tarde del Sábado Santo, se vio sorprendida por redobles de tambores, que en la plaza de Santa María, anunciaban la cercana ya resurrección de Cristo. Sería el Ilmo. y Rvdmo. Sr. D. Francisco Juan Martínez Rojas, el encargado de dar el redoble de honor de esta primera tamborrada, la cual reunió a decenas de cofrades de diferentes corporaciones de la ciudad.
Llegada la noche, tendría lugar la celebración de la Solemne Vigilia Pascual. La noche de las noches, se vivió con devoción y fervor en el templo mayor, recorriendo así junto al pueblo de Israel la historia de la salvación, hasta llegar a la victoria de Cristo sobre la muerte.
Las campanas del templo mayor, estallaron en el silencio de la noche, para anunciar una vez más, la victoria de la vida sobre la muerte, mientras que en el templo, los cristianos de Baeza, celebraban la pascua del Señor.
Culminaron estos días, con la celebración de la Santa Misa en la tarde del Domingo de Resurrección, donde nuevamente, la llama del cirio pascual, anunciaba que Cristo Vive y que está con nosotros hasta el final de los tiempos y al partir el pan en la Eucaristía.
Texto: José García Checa
Fotos: Narváez Fotógrafo y Daniel Chamorro