Monseñor Rodríguez Magro preside la Eucarística de acción de gracias por la beatificación de Aquilino Pastor y Manuel Galcerá
17 noviembre de 2021El pasado 30 de octubre se celebró, en la Catedral de Tortosa, la beatificación de cuatro sacerdotes operarios diocesanos que dieron su vida a causa de la fe. Dos de ellos, Aquilino Pastor y Manuel Galcerá, ejercían en aquel momento como formadores en el Seminario de Baeza, donde reposan sus restos actualmente.
Por este motivo, la Catedral de Baeza acogía, en la tarde de ayer, domingo 14 de noviembre, la Eucarística de acción de gracias por la beatificación de esos dos sacerdotes. Una celebración que, también, sirvió como despedida de la ciudad de Baeza del Obispo Administrador Apostólico de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro.
La Santa Misa, que comenzaba pasadas las 18 horas, estuvo presidida por Don Amadeo y concelebrada por un representante de los operarios diocesanos y por una decena de sacerdotes de nuestra Diócesis. Asimismo, estuvieron presentes familiares de Aquilino Pastor, representantes de la corporación municipal y de diversas Cofradías de la ciudad, miembros de la Orden de Caballería del Santo Sepulcro de Jerusalén, así como multitud de fieles.
Homilía
Don Amadeo comenzó su homilía haciendo hincapié en la palabra de Dios. Así, explicó que tanto el profeta Daniel como Jesús en el Evangelio hacen referencia al final de los tiempos. “Pero nos dice algo que para nosotros es muy importante y es que no pasará esta generación sin que deje de ocurrir estas cosas que os estoy diciendo. Es decir, un mundo complicado, un mundo complejo, un mundo que tiene que abrirse a la acción de Dios… pero un mundo, también, que no puede vivir sin esperanza, que necesita la esperanza que necesita creer en la esperanza y que necesita creer que algo ha sucedido que renueva nuestra existencia, nuestra vida y nuestra historia”. Y en este sentido el Obispo añadió: “Jesús pone el ejemplo de la higuera y de sus frutos. Pero antes de que dé frutos ha habido un proceso. El proceso en la vida de un cristiano es siempre ser incorporado a Cristo por el bautismo, vivir en Cristo Jesús, seguirlo y saber que todo lo que va sucediendo a lo largo de la vida va teniendo sentido justamente porque es un discípulo de Jesucristo”.
Asimismo, nuestro Administrador Apostólico quiso dar gracias a Dios por la beatificación de los cuatro sacerdotes beatificados en Tortosa. “En su tiempo, en su sociedad, en sus circunstancias, es donde nosotros tenemos que situar la vida de estos cuatro beatos qué son un don de la Santa Madre Iglesia. Cuatro sacerdotes de la hermandad de los operarios diocesanos que dieron su vida por la fe y por ser sacerdotes servidores de la Iglesia. Por ser servidores, además, en un servicio muy especial”. Así, explicó que los operarios diocesanos son una institución fundada por Don Manuel Domingo y Sol “justamente para acompañar desarrollo humano y espiritual de las vocaciones sacerdotales para educar a los futuros sacerdotes. Eran hombres que cumplían con su misión, que era la de acompañar las vocaciones que surgían en aquel momento, en aquella época, y acompañarlas en su desarrollo y en su crecimiento, para que un día fueran imagen y representación en la iglesia Cristo buen pastor”. Y añadió: “Pero no son solamente beatos por dar su vida por la fe, también son beatos porque todo lo realizaron lo hicieron en el camino de santidad, en el que, además, intentaron formar sacerdotes santos. Damos gracias a Dios porque supieron vivir en su tiempo y vivir con fidelidad en todas las dificultades”
Finalmente, quiso hacer hincapié en la V Jornada Mundial de los Pobres, que el Santo Padre nos ha invitado a celebrar recordándonos las palabras de Jesús «A los pobres los tienen siempre con ustedes» (Mc 14,7). Del mismo modo, Monseñor Rodríguez Magro manifestó que los cristianos “no podemos infravalorar el servicio, la entrega, la donación a favor de los más pobres. Es algo que la Iglesia tiene que llevar en todas las expresiones de la vida. Tiene que servir a los pobres, que, además, son el rostro de Cristo porque en ellos se identifica”. Y apuntó: “Abramos nuestro corazón al mundo, a la sociedad, en esta etapa que nos ha tocado vivir. Esta generación no puede terminar sin la transformación para que sea más justa. El mundo será mejor, más de Dios, más la misericordia de Dios en la medida en que nosotros trabajamos en convertir el mundo en Reino de Dios”.
Acción de gracias
Antes de finalizar la celebración y en nombre de todos los fieles de Baeza, Conchi Martínez pronunció unas palabras de acción de gracias a nuestro Administrador Apostólico. “Ha sabido llevar el Amor y la Misericordia de Jesucristo a todos los rincones de la Diócesis, sin pereza, con diligencia y disposición. Se ha ganado el cariño de toda la comunidad en un tiempo récord… con su cercanía, con su alegría, con su entrega”. Y añadía: “Gracias D. Amadeo, por el cariño que ha mostrado y ha tenido desde el principio a Baeza, a los baezanos y a ésta su casa, que es también Catedral de la Diócesis de Jaén. Hoy queremos dar gracias al Señor por estos fructíferos años de servicio y de entrega generosa en la que tantos Proyectos y servicios Pastorales ha ido tejiendo día a día con un trabajo incansable y celo pastoral”. Para culminar: “Que la Virgen María, en la advocación de la Virgen del Alcázar sea su fortalezca, le acompañe y proteja cada día. Y que los Santos Mártires Intercedan por usted. ¡Le queremos D. Amadeo!”.
Tras estas bonitas palabras y un fuerte y emocionado aplauso, Don Amadeo dio gracias a todos los baezanos por tanto cariño y aseguró que volverían a verse en esa Catedral, donde volvería pronto para concelebrar junto a nuestro Obispo Sebastián Chico Martínez.
Después de la bendición final, los sacerdotes se acercaron, en procesión, hasta la Capilla Dorada donde se reposan los restos de los dos sacerdotes, para rezar ante ellos.
Finalmente, todos los allí presentes pudieron despedirse de Don Amadeo, haciéndole llegar sus mejores deseos en esta nueva etapa de su vida, y fotografiarse junto a él.
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