Más de un centenar de jóvenes y adultos reciben el Espíritu Santo en la Solemnidad de Pentecostés
25 mayo de 2021La Catedral de Jaén acogió, en la Solemnidad de Pentecostés, la celebración del Sacramento de la Confirmación de 117 jóvenes y adultos de las parroquias de La Inmaculada y San Pedro Pascual; San Bartolomé; Santiago Apóstol; La Santa Cruz; San Juan Bosco; y el Colegio Cristo Rey de Jaén; así como la parroquia de Ntra. Sra. de Gracia de Villadompardo y la de Ntra. Sra. de la Estrella de Santiago de Calatrava.
La celebración estuvo presidida por el Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro, y concelebrada por el Vicario General, D. Francisco Juan Martínez Rojas; y los párrocos de Santiago Apóstol, La Inmaculada y San Pedro Pascual; San Bartolomé; Santiago Apóstol; La Santa Cruz; San Juan Bosco; y el Canónigo de Liturgia, D. Manuel Carmona.
Antes de la proclamación del Gloria, el Obispo asperjó con agua bendita a los allí presentes, mientras decía: “Al recordar nuestro bautismo con esta aspersión de agua, agradecemos a Dios el don de la vida en el Espíritu con el que fuimos agraciados”.
Tras el Evangelio del domingo de Pentecostés, que fue proclamado por el párroco de Santiago Apóstol, D. José Antonio Maroto; el Vicario General llamó a los confirmandos, que se pusieron de pie. Así, fueron presentados ante el Obispo aquellos que, tras un tiempo de catequesis adecuada a sus circunstancias, querían completar su iniciación cristiana, mediante la transmisión del don del Espíritu de Pentecostés.
Homilía
En el domingo de Pentecostés, el Prelado jiennense comenzó sus palabras afirmando que se trataba de un día grande y santo en la vida de la Iglesia. “Y por eso estáis aquí en la S.I. Catedral, para recibir el Sacramento de la Confirmación. Hoy es Pentecostés, día en el que la Iglesia se siente especialmente feliz. Aunque normalmente manifestamos felicidad porque tenemos la vida en Jesucristo, y con él nace y renace la alegría, la felicidad, como dice el Papa Francisco”. Y añadió: “Es el Espíritu Santo el que remueve, el que renueva, el que nos lleva a la confesión de fe y el que no lleva a la vida de fe”.
Haciendo referencia a la oración colecta el Obispo explicó: “le hemos pedido a Dios hoy, que en este día de fiesta, en este día de Pentecostés, que realice, también en vosotros, las maravillas que se dignó a hacer en los comienzos de la predicación evangélica. Porque el Espíritu Santo trabaja en el mundo, ya que es el enviado de Dios. Y todo sucede en el mundo y en la Iglesia bajo la acción de Espíritu Santo”.
Don Amadeo continuó dirigiéndose a los confirmandos para subrayar que el Espíritu Santo enriquecerá sus vidas. “Como se dice en la secuencia de Pentecostés: Ven Espíritu divino. Vais a ganar mucho con este Sacramento. Y os enriquecerá con sus dones, porque el Espíritu es Señor y dador de vida. Vida que hay que poner a disposición de los demás, porque aquel que tiene un bien o tiene un don, lo tiene para compartirlo”. Y en este sentido añadió: “El Espíritu Santo da dones y fortalece nuestra vida para que demos frutos, que son los de una vida santa. Desde el bautismo tenéis una vocación que es la de vivir la santidad. Y la santidad es para hacer un mundo más noble, justo, digno, bello,… La santidad es para construir nuestra vida en relación con los demás y encontrarnos, día a día, con aquel que sostiene nuestra vida que es el amor de Dios Padre, la vida en Cristo Jesús y la fortaleza del Espíritu Santo, que nos va acompañando y guiando. Por eso os recomiendo, de forma especial, que no nos olvidemos nunca que la vida de un cristiano es una vida eucarística, sin la Eucaristía no podemos vivir, porque en ella vamos alimentando lo que somos. Y desde la Eucaristía somos siempre enviados a ser misioneros en medio el mundo, en el amor y la caridad”.
Y terminaba con estas palabras: “Recibid al Espíritu Santo con María, Madre del Señor, de la Iglesia y de Pentecostés. Ella que ha sido enriquecida, también, por el Espíritu, para la encarnación de Jesucristo y para el nacimiento de la Iglesia. Que así sea”.
Al concluir la homilía y tras la renovación de las promesas bautismales, el Obispo, junto al Vicario General, impartieron el Sacramento de la Confirmación, con la imposición de manos y la unción del Santo Crisma, a los 117 jóvenes y adultos.
Finalmente, el Obispo quiso felicitar a los confirmandos, sus familias y sus comunidades parroquiales.
La celebración culminaba con una foto de familia.
Galería fotográfica: «Confirmaciones en la Solemnidad de Pentecostés»