¿Hay lugar para lo sagrado en las sociedades del tercer milenio?
25 octubre de 2013
En una conferencia en 2012, el filósofo Edgar Morin decía que vivimos en un tiempo sin esperanza, que la esperanza se desintegró en el siglo pasado a causa de la incertidumbre y el miedo al futuro. El fracaso del proyecto ilustrado, las dudas sobre el sistema socioeconómico y tecno-científico, las crisis de todo tipo: de valores, de sentido, cultural, educativa, familiar, económica, ecológica… hacen que en el imaginario del hombre de hoy “la incertidumbre” parezca coparlo todo. Quizás estemos en un cambio de época del que aún no somos plenamente conscientes pues sólo atisbamos la otra orilla, de la que aún permanecemos extranjeros.
Para Teilhard el cosmos es cosmogénesis, toda la realidad está en continua evolución incluyendo al ser humano. La creación es evolutiva. Dios ha impreso en la materia una potencialidad, de ella surge la vida. Sobre este tema reflexiona Juan Jesús Cañete Olmedo, Sacerdote diocesano y Profesor de Filosofía, en este artículo.
Pierre Teilhard de Chardin nació el 1 de mayo de 1881 en Sarcenat (Francia). En 1899, a los 18 años, entró en el noviciado de los jesuitas en Aix-Provence. Se ordenó sacerdote en agosto de 1911. Sobre este tema reflexiona Juan Jesús Cañete Olmedo, Sacerdote diocesano y Profesor de Filosofía, en este artículo.
Al leer la obra de Teilhard uno observa que escribe para sí y desde ahí para los demás. Son sus intuiciones, sus dudas, sus interrogantes profundos los que orientan su búsqueda. Sobre este tema reflexiona Juan Jesús Cañete Olmedo, Sacerdote diocesano y Profesor de Filosofía, en este artículo.
Hace cien años Teilhard de Chardin escribía “la Misa del Mundo”[1], el mundo es la Hostia definitiva y real en la que Cristo desciende poco a poco hasta la consumación final. Sobre este tema reflexiona Juan Jesús Cañete Olmedo, Sacerdote diocesano y Profesor de Filosofía, en este artículo.