La Virgen del Alcázar avanza con poderío por las calles de Baeza
20 mayo de 2022Los feligreses de la Parroquia de El Salvador de Baeza, acogieron desde los primeros segundos a la Patrona de Baeza en su comunidad, donde durante tres días, se celebró con gran devoción diferentes cultos a la Madre de Dios.
En la jornada del sábado, nada más llegar y ser recibida por su Párroco, comenzaría el rezo del Santo Rosario, para continuar con la celebración de la Santa Misa, en la cual, se puso a María en el centro de todas las miradas como modelo para todos. En este segundo sábado de mayo, continuarían las ofrendas florales a la Virgen del Alcázar, poniendo así ante sus plantas flores.
Se prolongó la Santa Misa, con una vigilia eucarística, en la cual estuvieron presentes los diferentes grupos de la parroquia así como feligreses y devotos de la Reina del Cielo. Terminada la misma, se celebró en el patio del templo una jornada de convivencia y fraternidad.
La jornada del domingo, arrancaría bien temprano con la visita que la Ilustre y Venerable Cofradía de la Santa Vera Cruz realizó a María Santísima. En este año, los tintos, han querido trasladar la Santa Misa de su rosario de la Aurora hasta la Parroquia de El Salvador por encontrarse allí la imagen de la Patrona de Baeza. Cabe destacar, que en el mes de noviembre, la imagen de Santa María del Alcázar, recibió la medalla de oro de esta Cofradía, por tal motivo y por la efeméride que se viene celebrando, fue un motivo más que justificado la presencia de la corporación de la madrugada en este templo. La Virgen de la Aurora, lució para tal ocasión, el manto de horquilleros de Santa María del Alcázar y a su vez, la Patrona de Baeza, lució la medalla de oro que los hermanos cruceros le concedieran.
A las 12 de la mañana, se volvería a celebrar la Santa Misa en la Parroquia de El Salvador. En esta ocasión, la comunidad parroquial, se llenó de niños y familias, que contemplaron de cerca a la Virgen en estos días históricos para la iglesia de Baeza.
Durante la jornada de la tarde, las puertas del templo estuvieron abiertas para que vecinos y devotos pudieran ofrendar a la Santísima Virgen sus oraciones y plegarias.
El lunes, a las 12 de la mañana, los vecinos del barrio, rezarían ante la Madre de los Baezanos el rezo del Regina Coeli. Ya por la tarde, tendría lugar a las 19 horas la celebración de la Santa Misa. Fue una Eucaristía hermosa y piadosa, donde se palpaba el fervor y la devoción de las gentes de esta feligresía por su Madre del Alcázar.
Durante los tres días que la Virgen estuvo en la Parroquia de El Salvador, el coro parroquial, solemnizó con sus cantos las celebraciones, las cuales, estuvieron presididas por su Párroco, D. Juan Quiles Clájer, concelebrando en la jornada del lunes el baezano D. Andrés NageraCeacero.
Durante esos días devotos anónimos, familias y feligreses realizaron ofrenda floral a la Virgen. También el consejo parroquial, el coro, catequistas, el grupo parroquial de Nuestra Señora de la Paz, el grupo joven de la Hermandad del Rocío, la Agrupación Musical Columna y Lágrimas, las tertulias cofrades “El Hornazo” y “La Cazuela” y las Cofradías de la Columna, Rocío, Vera Cruz y Santo Entierro realizaron ofrenda floral a la Santísima Virgen.
Cerca de las ocho de la tarde, D. Pedro Antonio Fernández Mota, feligrés de la Parroquia de El Salvador, de manera emocionada, despidió en nombre de toda la comunidad parroquial a la Santísima Virgen, dando gracias por su visita y por todas las gracias derramadas durante estos días que jamás olvidaran.
Entre aplausos y vivas, la Virgen del Alcázar, portada por el consejo parroquial de dicha parroquia, abandonó este templo, mientras que las campanas, anunciaban con alegría que la Virgen volvía a las calles de Baeza.
A las puertas del templo, decenas de baezanos aguardaban ver en primera línea a la Madre de Dios, para acompañar y ponerse en camino junto a ella. La petalada en la casa de hermandad de la Cofradía de la Humildad sería el hasta pronto de esta comunidad parroquial, que cedida el testigo en las parihuelas a la cuadrilla de costaleros del Santísimo Cristo de la Columna.
La banda de cornetas y tambores “Dolores del Rosario” esperaba a la Santísima Virgen del Alcázar en la Puerta de Córdoba para realizarle una ofrenda musical que se prolongó hasta la puerta del consistorio baezano. Durante unos metros, marchas procesionales abrirían el paso de la Labradora Gentil en una hermosa tarde de luz primaveral.
El Balón del Concejo, sede de la Agrupación Arciprestal de Cofradías y Hermandades de Baeza se vistió de gala, para recibir a la Reina de las Cofradías entre ellos. Delante de la fachada principal, se levantó un bello altar de estandartes marianos o corporativos de las diferentes Cofradías y Hermandades de la ciudad. La comisión permanente, junto a un representante de cada corporación, aguardaban a la Reina de La Loma. Una vez allí, el presidente de la institución, D. Rafael Perales Francés, piropeó a la Santísima Virgen, aglutinando todas las devociones marianas de la ciudad en Ella.
Finalizó este entrañable momento, con la ofrenda de flores de la banda de la banda de cornetas y tambores “Dolores del Rosario” y la Agrupación Arciprestal de Cofradías y Hermandades, quienes serían los encargados de portar a la Santísima Virgen durante unos metros.
Decenas de ofrendas anónimas, de familias y enfermos se sucedieron por todo el recorrido, donde no faltaron escenas para el recuerdo como la ofrenda de flores del caballero horquillero de María Santísima D. Juan José Garrido, quien en el día de su 90 cumpleaños y a pesar de sus limitaciones, se acercó al encuentro de la Virgen y celebrar junto a ella su cumpleaños. Tras este momento, un grupo de sacerdotes diocesanos, saludaron a la Santísima Virgen con el rezo del Regina Coeli.
Con señorío y solemnidad llegó la Patrona de Baeza hasta un engalanado Ayuntamiento, donde a sus puertas, le aguardaban trabajadores municipales, la corporación municipal y la Ilma. Sra. Alcaldesa de la ciudad Dª. María Dolores Marín Torres. La Alcaldesa Perpetua, junto a su ciudad, recibió por parte de la primera edil una plegaria, donde pedía la protección de Santa María del Alcázar sobre todos los hijos de Baeza. También, pidió por todos los trabajadores del Ayuntamiento y felicitó a la Real Archicofradía y con ella a toda la ciudad, por este 125 aniversario fundacional.
Emotivo fue el momento, en el que la Sra. Alcaldesa, regaló un ave maría en forma de cante a la Madre de los Baezanos. De Manera magistral, Juan Ballesteros a la guitarra y Lidia al cante, regalaron un precioso momento cargado de sentimiento y emoción. Sería la corporación municipal, la encargada de portar a la Santísima Virgen en su despedida del consistorio baezano.
La banda de tambores, bombos y tamboras de la Cofradía de la Caída, sería la encargada de anunciar el caminar de la Virgen por el tramo final del recorrido. Pero antes de la visita de la Virgen del Alcázar al Convento de Santa María Magdalena, la cuadrilla de costaleros de Nuestra Señora de la Soledad, conducirían a la Reina de Baeza hasta la Iglesia de la Purísima Concepción.
El Prior de la comunidad de Padres Carmelitas, Fray Héctor Antonio Cáceres Zalazar, junto a la Cofradía de la Soledad, el Carmelo Seglar, la Renovación Carismática, el grupo de biblia y feligreses de este templo carmelitano, aguardaban en el interior del templo la visita de la Reina de Baeza. Silencio en el interior del templo, mientras que la Virgen entraba con los cantos de la salve.
Frente al altar mayor, los aplausos estallaron en un momento de júbilo para todos los presentes. El Prior de los Carmelitas Descalzos, pronunció unas palabras de bienvenida a la Santísima Virgen, para continuar con una oración y un canto que brotaba de manera sincera y emocionada por los congregados allí. La visita fue breve, pero cargada de emociones, donde no faltaron las ofrendas florales tanto de la comunidad de Padres Carmelitas, como de todos los grupos y Cofradía que tienen allí su sede.
La cuadrilla de costaleros de Nuestra Señora de los Dolores del Rosario, portaría a la Santísima Virgen por las calles Concepción y Corvera, donde no faltaron ofrendas, petaladas y visitas a enfermos e impedidos.
Y llegó la Virgen a la Plaza Jesús Nazareno de la Caída, las puertas del barrio de Santa María Magdalena y los costaleros de Nuestra Señora de Gracia y Esperanza tomaron el relevo en las parihuelas, para conducir, en este tramo final a la Santísima Virgen del Alcázar hasta el Convento de Santa María Magdalena.
Los tambores y bombos de la Caída, despedían con sus sones a la Santísima Virgen a las puertas del templo, donde la esperaba una representación de la Cofradía de la Caída, el Apostolado de Fátima y la Asociación amigos de Sor Mónica.
La emoción se desbordó en los corazones, cuando la Virgen cruzó la puerta del templo agustino. Allí, los aplausos se prolongaron durante minutos, mientras que las monjas agustinas, desde el coro alto, presenciaban este momento.
La Madre Vega, superiora del Convento de Santa María Magdalena, recibiría a la Santísima Virgen con unas hermosas palabras cargadas de espiritualidad, valor teológico y amor a la Virgen: “tu presencia llena de fiesta y alegría esta casa”, decía emocionada recibiendo a la que es Modelo de Santidad.
Tras esta bienvenida, y con María Santísima de Gracia y Esperanza como testigo de este histórico momento, la Virgen quedó entronizada en el altar mayor del templo, donde la comunidad, durante las primeras horas de la madrugada, le prepararían llenas de gozo un bello altar donde rendirle culto durante estos días de visita.
Comunicación Patronos Baeza