El Santuario de Alharilla acogerá una Vigilia de Oración por el Sínodo de los Obispos, el 31 de mayo

El Obispo de Jaén, Monseñor Chico Martínez, convoca a los jiennenses, el próximo 31 de mayo, a la 21 horas, a una Vigilia de Oración mariana en el Santuario de Nuestra Señora de Alharilla, para rezar por la preparación del Sínodo de los Obispos.

Lo hace, así, atendiendo a la petición del S. E. Mons. Luis Marín de San Martín, OSA, Subsecretario del Sínodo de los Obispos, quien remitió una carta a los Presidentes de las Conferencias Episcopales solicitando la celebración de una oración mariana en la que, desde las Diócesis de todo el mundo, se rezara por la preparación de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, el miércoles 31 de mayo, memoria litúrgica de la Visitación de la Santísima Virgen María y conclusión del mes mariano por excelencia, mayo.

El Obispo de Jaén ha escogido entre los santuarios y advocaciones marianas de la Diócesis la de Alharilla, en Porcuna, como lugar para que los fieles de la provincia se congreguen en oración por la preparación y los frutos del Sínodo, ya que, desde el pasado mes de marzo, está celebrando un Año Jubilar, con motivo del 775 aniversario de la aparición. De esta manera, también serán muchos los jiennenses que puedan lucrarse de las indulgencias plenarias concedidas por la Santa Sede acudiendo a este santuario mariano y cumpliendo con los preceptos pontificios para alcanzar el jubileo.

Se propone para esa jornada una oración por el Camino Sinodal, para hacer consciente al Pueblo de Dios de la importancia del Proceso en curso y exhortar a los fieles a ser partícipes del mismo, así como a poner los trabajos de la Asamblea General del Sínodo de los Obispos, bajo la protección maternal y amorosa de la Virgen María. Para ello, la CEE ha preparado un material para esta Vigilia de Oración.

El Obispo de Jaén agradece la participación a esta oración mariana que nos convoca a “caminar juntos” por la Iglesia del Señor y pide a los jiennenses que no puedan asistir a rezar desde sus casas o comunidades por los frutos del Sínodo de la Sinodalidad.