Don Amadeo administra el Sacramento de la Confirmación a 27 jóvenes de Baeza

El pasado sábado, 3 de octubre, a la 7 de la tarde, tuvo lugar, en la comunidad parroquial de Santa María del Alcázar y San Andrés de Baeza, la celebración del Sacramento de la Confirmación con la presencia del Obispo de Jaén, Don Amadeo Rodríguez Magro.

Fueron confirmados una totalidad de 27 jóvenes, preparados en nuestra parroquia con el catecismo “Testigos del Señor” . En esta ocasión, y por motivos de respetar las medidas de seguridad e higiene, no se han confirmado los adultos, que se siguen preparando ya que no concluyeron su preparación, y por no ser suficiente el aforo limitado para albergar a todos los confirmandos y sus familias.

Tarde de nervios, después de estar toda la semana de preparaciones, confesiones y ensayos. Supervisamos que cada uno recuerde en la parte de la ceremonia que le toca participar: las dos catequistas, se encargaron de hacer las lecturas,  la oración de fieles colocada en el atril por si a los niños se les olvidaba, las pegatinas identificativas de cada uno, por si el Sr. Obispo no escuchaba el nombre del niño a través de la mascarilla,  el Santo Crisma preparado, los bastoncillos de algodón, los cestillos repartidos, las velas encendidas, las cartulinas y las palomitas de madera de recuerdo… son rutinas que estamos acostumbradas a realizar cada domingo, pero los nervios también estaban presentes en nosotras… que todo salga bien, que nadie se confunda, que no haya ningún contratiempo… De todo hemos tenido, pero con la ayuda de Dios y la fuerza del Espíritu Santo, todo salió muy bien.

La ceremonia contó con la presencia del Obispo de Jaén que presidió la celebración de la Eucaristía, y la administración del sacramento  de la Confirmación, que estuvo acompañado por el Secretario, Rvdo. D. Juan Pedro  Moya Haro                                                          y nuestro párroco, Rvdo. D. Domingo Antonio Pérez Fernández. Desde el ambón del Altar Mayor, mi compañera y yo realizamos las lecturas; El Evangelio fue proclamado por nuestro párroco y Don Amadeo nos hizo una homilía preciosa, de la que me quedo con algunas de las palabras que nos dijo:

“… desde que nacemos, somos la ilusión de nuestros padres,( cuando hablamos, cuando damos nuestros primeros pasos, cuando recibimos buenas calificaciones en el colegio…) pero, desde que nacemos también SOMOS  LA ILUSIÓN DE DIOS, que está pendiente de nosotros, de nuestros logros, de nuestros desvelos, de nuestras inquietudes…el Espíritu Santo nos va guiando para que transmitamos su mensaje y seamos verdaderos testigos de Dios y de su Evangelio.

Otro compañero Víctor, también catequista, nos hizo las moniciones del rito de imposición de manos y de la crismación. Ambas nos sentíamos melancólicas y satisfechas. Melancólicas, al contemplar a nuestros catecúmenos, una promoción que termina, después de pasar cuatro años entre nosotras, habiéndolos atendido, acompañado, y compartido con ellos multitud de experiencias y que ahora finaliza con el recibimiento del regalo más hermoso que Dios Padre puede hacernos: regalarnos su Espíritu para que esté siempre con nosotros, velando por nosotros, cuidando de nosotros, fortaleciéndonos en esta sociedad cambiante que nos ha tocado vivir.

Satisfechas, porque, tras todos estos años de catequesis y formación, vimos el fruto de nuestro trabajo; un conjunto de jóvenes formales, responsables y atentos a la ceremonia. Es mucho tiempo el que llevan en nuestra Comunidad  Parroquial, donde han madurado en la fe; entre ellos, hay un grupo de niñas que canta en el coro infantil de la parroquia y otros que están inmersos en la vida de la cofradía a que su familia pertenece. Mucho hemos sembrado en ellos. Esperemos, que el Espíritu de Dios los ilumine y les ayude a dar su fruto después de tantos años de formación.

La ceremonia fue preciosa. Todo fue silencio, recogimiento y atención. El párroco organizó muy bien la celebración. Nos acompañó el coro parroquial, que también quiso colaborar en el  gran día para nuestra Comunidad Parroquial, y que al final de la celebración fue alabado por nuestro Obispo

Los confirmandos mostraron mucha curiosidad y sumo respeto al Sr. Obispo, al cual la mayoría no conocía y se sorprendieron de su amabilidad, grata compañía y su espíritu cercano con los feligreses.

El Sr. Obispo también se llevó un grato recuerdo de nuestra parroquia y de la celebración.  Después nos hicimos unas fotos de recuerdo con el Sr. Obispo, el párroco y las catequistas, junto con los confirmandos. Fue un día inolvidable, recuerdo que permanecerá para siempre entre nosotros.

Catequistas Juana María y María Modesta
Parroquia de Santa María del Alcázar y San Andrés de Baeza