D. Luis María Salazar ofrece el pregón de la familia a los fieles de San Félix de Valois
21 diciembre de 2016Como cada año, y ya por noveno consecutivo, la Parroquia de San Félix de Valois organizó los actos con motivo de la Jornada de la Sagrada Familia, que se celebrará el próximo día 30 de diciembre.
Entre otros actos, el IV domingo de Adviento, se pronunciaba el pregón de la familia, que este año, bajo el título «La Familia que sueña el Papa», ha corrido a cargo del párroco de San Félix, D. Luis María Salazar.
El pregón tuvo una gran acogida y contó con la presencia de numerosos fieles que ocuparon todo el salón de actos de la Parroquia.
El acto, organizado por la Pastoral Familiar de San Félix de Valois, se inició con una breve presentación del párroco y pregonero, D. Luis María Salazar, destacando sus estudios y doctorado en Teología, sus publicaciones, sus facetas de profesor de instituto, del Seminario Diocesano de Jaén y de la Facultad de Teología de Granada, así como su experiencia pastoral en distintas parroquias de la provincia y de la capital etc.
Ayudándose de un leve guión D. Luis María nos ofreció un pregón muy sentido, y dado que se trataba de «La familia que sueña el Papa», expuso lo que significa «soñar» una cosa y cómo Dios «sueña» nuestra familia. Con las características que contempla el Amor en la carta de S. Pablo a los Corintios, D. Luis María fue presentando «un modelo de familia a la que todos quisiéramos llegar (paciente, servicial, desprendida, misericordiosa, alegre, esperanzada)», para terminar diciendo que «si nosotros queremos, Dios puede».
Desde la Pastoral Familiar de San Félix de Valois resumen el mensaje del pregón de la familia de este año con estas palabras, «Dios está dispuesto, con su gracia, a llevarnos hasta la meta; desde el punto de partida en que, cada uno de nosotros, cada una de nuestras familias se encuentra en el momento de decir Sí, «fiat» (Dios, que puede, hacerlo sólo prefiere contar con la colaboración de sus creaturas)».
El equipo de Pastoral Familiar regaló al pregonero un icono, y más tarde, el Coro infantil de la parroquia ofreció un recital de villancicos, que fueron coreados y aplaudidos por los presentes.
Al terminar el acto, en los bajos de la parroquia, se ofreció a los asistentes un refrigerio que permitió prolongar este momento de comunidad.