Con el encuentro en Beas de Segura concluye, esta tarde, la revisión del Plan de Pastoral

Ganas de cambio, camino hacia una conversión, esperanza, entusiasmo… podrían ser algunas de las palabras que se extrajeran de las conclusiones que, a lo largo de cinco jornadas, se han puesto de manifiesto entre los que han participados en las jornadas de revisión de la marcha del Plan de Pastoral de este año.

Unos encuentros, por Vicarías de zona, a los que han estado llamados a participar los fieles de Jaén, de manera particular, los que están involucrados desde sus parroquias, movimientos o responsabilidades diocesanas a trabajar en pro de la conversión personal y pastoral que emana de las aportaciones que ya el año pasado emanaron del trabajo del Sínodo.

El Obispo, el Vicario General y de Evangelización y cada Vicario de zona han sido los encargados de recorrer, esta semana a Diócesis jiennense, para evaluar lo que hasta ahora se ha hecho y cuáles eran las percepciones de los cristianos que participan en  los encuentros parroquiales propuestos para seguir avanzando en este proceso renovador. “Hoy en nuestro mundo hay una necesidad de anuncio de la Buena Noticia, que urge de nuestra vocación laical para llevarla a cabo”, expresó Don Sebastián a los fieles congregados de la Vicaría de la zona de Mágina y Jaén capital. “Como laicos tenéis una vocación en la iglesia. Tenéis que ser cauces. Ante la esta realidad hay que ser corresponsales dentro de esta hermosa tarea. Y si fuera necesario, propiciar el cambio de estructuras”.

Además, aprovechó el encuentro para hacer partícipes a los presentes de distintas iniciativas que se están poniendo en marcha y de las que están previstas pasen a formar parte de la realidad diocesana a lo largo de los próximos meses.

El Vicario General tomó la palabra para analizar los pasos dados hasta ahora, así como la participación de las comunidades y las aportaciones que se estaban recibiendo. “La Diócesis está puesta en marcha”, aseveró.

Después fue el turno de palabra para el laico responsable de zona, Pepe Ibáñez, y el testimonio emocionado y vivido de distintos laicos en los que a través del Plan de Pastoral estaban viendo ya frutos en esa conversión personal que también se plantea.

Las aportaciones de algunos fieles del público enriquecieron más el diálogo de una Iglesia, la de Jaén, que camina en sinodalidad y que se prepara para un cambio de paradigma, que los sitúe en la senda de una Iglesia misionera y peregrina en pleno siglo XXI.

En Beas de Segura concluirán estos encuentros, que son el preámbulo de un trabajo general que se presentará en junio en la asamblea diocesana.