Celebración del Cursillo de Cristiandad nº 322
30 abril de 2013

Hagamos un breve repaso al cursillo tal como los mismos participantes lo vivieron. Según narraron, en la puesta común en el fin del cursillo la noche del viernes 19, supuso un parón en sus vidas, un Stop que les permitió reflexionar sobre sí mismos. El sábado día 20 experimentaron ese encuentro vivo y real con el Dios Padre que se revela en Jesucristo. El domingo reflexionaron sobre la responsabilidad que supone el ser cristiano y se sintieron enviados a ser fermento cristiano en sus diversos ambientes. El cursillo les sirvió para sentirse Iglesia, para reavivar una fe en muchos casos agostada, para sentir el fuego del Espíritu que nos da vida y nos impulsa a ser luz en medio de un mundo demasiado gris y sal en una sociedad que se ha tornado insulsa. Como alguien de los participantes dijo: Nuestras historias son diversas, pero hemos tenido un único encuentro con Jesucristo. Desde luego, hemos vivido un auténtico acontecimiento evangelizador.
No vayas afuera, vuelve a ti mismo, en le hombre interior habita la verdad decía San Agustín , esta vivencia interior de la Verdad que es Cristo sería el mejor síntesis del cursillo realizado. Claro está, nada de esto no hubiese sido posible sin esos testigos del Evangelio que han sido los miembros del equipo de cursillos. Felicidades a todos.
Juan Jesús Cañete Olmedo Consiliario de Cursillos de Cristiandad