El Arciprestazgo de Baeza celebra, en su Catedral, el Jubileo de la Misericordia
6 abril de 2016El pasado 3 de abril por la tarde, coincidiendo con la domingo de la Divina Misericordia, el Arciprestazgo de Baeza participó en el Jubileo de la Misericordia. A él asistieron todas aquellas localidades que pertenecen al citado arciprestazgo: Baeza, Begijar, Campillo del Río, Canena, El Mármol, Gudalimar, Ibros, La Yedra, Lupión, Puente del Obispo, Rus y Torreblascopedro, acompañados por sus respectivos párrocos y sacerdotes.
Desde las primera hora de la tarde, en la Iglesia de San Juan Evangelista, lugar de inicio de la peregrinación, se dieron cita los fieles para participar en el Sacramento del Perdón, impartido por varios sacerdotes allí presentes.
Tras la proclamación del Evangelio de San Lucas, con el pasaje de «El Buen Pastor», y la lectura de algunos fragmentos de la Bula Misericordiae Vultus, dio inicio la peregrinación, presidida por el Sr Obispo de la Diócesis, Don Ramón del Hoyo, al que acompañaron alrededor de unas mil personas pertenecientes al Arciprestazgo de Baeza.
Los cantos de las Letanías acompañaron este peregrinar desde la Iglesia de San Juan hasta la Puerta Santa de la Seo baezana, que abrió el Sr. Obispo pocos minutos antes de las 7 de la tarde.
Durante la Eucaristía, el pastor de la Diócesis asperjó al pueblo con agua bendita, rememorando así el bautizo de todos los presentes.
Durante su homilía, el Sr. Obispo quiso reflexionar en la fiesta de la Divina Misericordia, sobre la paciencia infinita que Dios tiene con los hombres, y para ello puso como ejemplo al apóstol Tomás, quien en un primer momento no creyó en la Resurrección de Cristo. Don Ramón del Hoyo lo expresa así «Santo Tomás experimenta precisamente esa misericordia divina, que toma rostro concreto: Jesús de Nazaret, Jesús Resucitado. No se fió este Apóstol de lo que le dijeron sus compañeros: “Hemos visto al Señor”. No le bastó la promesa y anuncio de Jesús: “Al tercer día resucitaré”. Quiere ver, quiere tocar, meter su mano en la señal de los clavos y del costado. La reacción de Jesús fue tener paciencia. Le dio una semana de plazo a Tomás, no le cerró la puerta en su incredulidad. Siempre hemos de confiar en esa paciencia del Dios misericordioso».
El Obispo diocesano también apeló durante su homilía «a la valentía, por nuestra parte, de volver a Dios, sea cual sea el error, sea cual sea el pecado que haya penetrado en nuestro ser, en nuestra vida».
Durante el rezo de la preces, el Obispo de la Diócesis quiso tener un recuerdo para los jóvenes de Rus y Canena, fallecidos en accidente de tráfico durante el fin de semana.
En la Eucaristía estuvo acompañada por las canciones que interpretaron los miembros de los tres coros parroquiales de Baeza, quien durante días prepararon esta celebración.
En la comunión, uno de los momentos más íntimos de la celebración eucarística, participaron más de 650 personas que se acercaron a recibir el Cuerpo de Cristo. También fue muy participativa y extensa la Acción de Gracias. Fueron muchos los fieles de las distintas parroquias del Arciprestazgo quienes quisieron mostrar su satisfacción por este Jubileo de la Misericordia.
La Eucaristía acabó con el rezo de la Oración de la Misericordia y el Regina Coeli.