Nuestro Obispo presidirá el 450 aniversario de la creación de la Diócesis de Yucatán (México)
14 agosto de 2012 El Obispo de Jaén, D. Ramón del Hoyo, va a participar en las celebraciones que tendrán lugar con motivo del 450 aniversario de la archidiócesis de Yucatán, en México. Ha sido invitado por el Obispo de esta diócesis, Monseñor Emilio Carlos Berlie Belaunzarán. Con su presencia en tierras mexicanas a finales de agosto, D. Ramón del Hoyo quiere expresar los vínculos de unión que existen entre la Iglesia de Jaén y esta diócesis hermana de Yucatán, cuyo primer Obispo nació en la diócesis de Jaén y más concretamente en la localidad de Úbeda. El Sr. Obispo de Jaén presidirá los actos con motivo del 450 aniversario de la erección de esta diócesis de “Yucatán y Cozumel” (hoy arquidiócesis de Yucatán) por Pio IV en 1561 y la llegada a Mérida de su primer obispo, el franciscano ubetense fray Francisco Toral, el 14 de agosto de 1562.
Monseñor del Hoyo presidirá la Misa solemne que culminará la celebración de esta efeméride. El programa de actos preparado por la archidiócesis de Yucatán incluye celebraciones litúrgicas, exposiciones culturales y varias conferencias sobre historia y arte sacro de Yucatán y sobre la figura del primer Obispo de la diócesis, Fray Francisco Toral. Una de estas conferencias sobre el primer Obispo de Yucatán, que se tendrá en video, estará a cargo del Deán de la Catedral de Jaén, D. Francisco Juan Martínez Rojas.
Biografía
Fray Francisco Toral, una de las figuras señeras de la evangelización de México, nació en Úbeda, se educó en Jaén y profesó en el convento de San Francisco de Jaén. Conservó hasta su muerte un profundo amor a su tierra, donando 400 ducados al convento de San Francisco de Jaén en su testamento.
La evangelización de estas nuevas tierras americanas no hubiera sido posible sin la dedicación de un grupo asombrosamente pequeño de portadores de la fe, en su gran mayoría frailes mendicantes. Los primeros misioneros -los legendarios “Doce Apóstoles”- llegaron a México dirigidos por Fray Pedro de Gante en 1524, a los dos años de estar completada la conquista de México. Fray Francisco Toral llegaría a la flamante Nueva España poco después. Desempeñó su labor evangelizadora en el corazón del virreinato, el inmenso territorio comprendido en la nueva provincia franciscana del Santo Evangelio.
Fray Francisco encaró el reto evangelizador y llego a dominar las lenguas náhuatl y popoloca. Fue autor de un renombrado “arte” o gramática de la lengua popoloca, hablada en Oaxaca y Puebla. En 1547 fue nombrado guardián del convento franciscano de Tecamachalco (Puebla), y en 1558 fue elegido Padre Provincial. Impulsó la monumental edición del libro “Historia General de las cosas de la Nueva España” de Fray Bernardino de Sahagún.
Un aspecto poco explorado de Fray Francisco Toral es su interés por la arquitectura. Nació, después de todo, en una localidad, Úbeda, donde se forjaban en su época buena parte de edificios señeros del renacimiento español. La presencia de Fray Francisco y su gusto por la arquitectura se hizo sentir en la extraordinaria capilla de indios de San Luis Obispo, en Calkiní, inspirada por la capilla de los Benavides de Baeza. La majestuosa catedral de Mérida le debe mucho al buen gusto arquitectónico de Fray Francisco.
Toral viajó hasta España al ser presentado para el Obispado. Zarpó para su sede en mayo de 1562. A su paso por Jaén pudo apreciar el novedoso plan catedralicio en construcción bajo la tutela de Andrés de Vandelvira. Soluciones derivadas de la obra de los Vandelvira, padre e hijo, se incorporarían mas tarde a la catedral de Mérida. Las bóvedas por crucero características de la catedral yucateca aparecen explicadas en el “Tratado de las trazas de los cortes de la piedra” de Alonso de Vandelvira. La primera representación conocida de Toral (1625) lo muestra en medio del gran templo en construcción, cuyas paredes dejo levantadas.
Su ejemplo como evangelizador y pastor entregado al cuidado de sus fieles es admirable. Enfermo, exhausto por las tareas evangelizadoras y en espera de una bien ganada bienaventuranza, Fray Francisco murió en México en abril de 1571.