50 aniversario de la parroquia S. Juan de la Cruz de La Carolina
13 diciembre de 2023Iniciado el tiempo litúrgico de Adviento en el que la Iglesia nos exhorta a prepararnos interiormente para acoger al Señor en nuestras vidas, la comunidad parroquial de S. Juan de la Cruz de La Carolina celebra su 50 Aniversario. Cincuenta años caminando con el deseo de que el mandato de Jesús “Id al mundo entero y proclamad el Evangelio”(Mc 16,15) se haga realidad , como nos dice Papa Francisco en Evangelii gaudium n.31 , y nuestros planes pastorales diocesanos de años anteriores, cincuenta años caminando en sinodalidad con el deseo de que la Buena Noticia llegue a todos. Y esta ha sido la finalidad primordial de la parroquia que en palabras de S. Juan Pablo II “es la misma Iglesia que vive entre las casa de sus hijos e hijas”.
Como familia parroquial y con un corazón agradecido por tanto bien recibido del Señor se ha iniciado esta celebración.
El pasado día seis, tuvo lugar una convivencia de niños, una jornada lúdica para agradecer y celebrar este acontecimiento. En el entorno de la parroquia, y ambientado con carteles y globos, los catequistas prepararon diferentes juegos en los que participaron niños de los diversos cursos de catequesis acompañados de numerosas familias. Este encuentro festivo finalizaba compartiendo un zumo, cantando “Cumpleaños feliz” y con la oración por la parroquia en la que se pedía al Señor “que nuestra parroquia (…)vivamos como hermanos, dónde, unidos, nos esforcemos por construir más y mejor tu Reino”.
El acto central de inicio de este Cincuenta Aniversario fue la celebración de la eucaristía el día 8 de diciembre, solemnidad de la Inmaculada Concepción, día en que entró en vigor el Decreto del entonces Obispo de Jaén, D. Miguel Peinado por “…el que se abrirán los Libros Sacramentales y estrenarán el sello parroquial para la autorización de documentos”. La eucaristía fue presidida por el párroco, D. Germán García Aguilera. Tras la proclamación de la Palabra de Dios, en la homilía, se dirigió a todos manifestando su agradecimiento al Señor por esta andadura recorrida como comunidad cristiana y explicó que la misión de la parroquia es hacer posible aquí el Reino de Dios, de hacer realidad el plan divino y habló de cómo la parroquia es para el pueblo lo que el alma para el cuerpo, nos ofrece una vida plena. La Iglesia somos todos –decía- y destacó que todas las actividades, celebraciones, servicios parroquiales, etc. han de tener a Cristo como centro. La parroquia alimenta el deseo de santidad, fortalece los talentos recibidos y anima a vivir a imagen de la Santísima Trinidad. Continuaron sus palabras recordando como la parroquia ha de tener en cuenta a los que menos cuentan en la sociedad y tras recordar y elogiar la labor desarrollada por los sacerdotes que habían ejercido su ministerio en nuestra parroquia, así como la labor de las religiosas, las Hijas de la Caridad y de la Sagrada Familia de Burdeos, aludió a tantos laicos, gente buena, que también junto a los pastores han ido dando lo mejor de sí mismos y conformando la identidad de la comunidad. Concluyeron sus palabras dando gracias a Dios y pidiéndole que con su ayuda hagamos posible la parroquia que Él desea y que nosotros necesitamos.
El sábado nueve, tuvo lugar el concierto-oración ante el Santísimo guiado por la conocida y admirada Hermana Glenda. Esta mujer de Dios, nacida en Chile, religiosa, cantautora católica, que son su voz y su guitarra anuncia al mundo el amor de Dios. Con el canto de Adviento “Ven Señor Jesús” comenzó su meditación y le siguieron otras canciones que invitaban a abrir la puerta del corazón para escuchar la voz del Señor. En este lugar carmelita, de su Cd “Orar con S. Juan de la Cruz” nos ofreció “¿Adónde te escondiste amado?” y “Levántate amada mía”. Continuó su labor evangelizadora propiciando desde la música el encuentro personal y comunitario con el Señor con mensajes consoladores, esperanzados, llenos de confianza en el Señor como María, así nos regaló la canción “Hágase en mí” y “Alguien está orando por mi” con la que destacó el valor de la oración y la comunión de los santos. Su testimonio de fe a través de sus canciones finalizaba con “Proclama mi alma”, canción tomada del evangelio de S. Lucas, una versión maravillosa del cántico de María (Magnificat). Y terminaba este tiempo de oración con la bendición con el Santísimo.
Que estos actos y los que se desarrollarán a lo largo del año sean un ayuda para que como dice la oración por la parroquia que se nos repartió “Hoy, Señor, queremos darte gracias por nuestra parroquia (…) que alimentados en la mesa de la Palabra y del pan Eucarístico, nos sintamos enviados a cumplir la tarea de hacerte presente en todos los campos de la vida de este mundo donde nos has colocado”. Amén.
Parroquia S. Juan de la Cruz de La Carolina