Los jóvenes de nuestra Diócesis viven la recta final de la PEJ 2022 llenos de alegría y esperanza
7 agosto de 2022Comenzamos la jornada del día 6 de agosto desde temprano y con ciertos sentimientos encontrados. Respirábamos nostalgia, incertidumbre y especialmente discreción pues nos disponíamos a darle una pequeñita sorpresa para despedir al que ha sido nuestro Delegado D. Juan Carlos Córdoba.
Salimos al encuentro con nuestro Obispo, Don Sebastián Chico Martínez, donde nos reunimos junto a él en una sala del Seminario Mayor de Santiago, para poder celebrar esta pequeña sorpresa.
Un acontecimiento realmente cargado de sentimientos, de muchas lágrimas pero, sobre todo, de mucho cariño. Tras unas palabras por parte de un miembro de la Delegación y algún que otro detalle, recibimos un agradecimiento por parte de D. Juan Carlos por acompañarle en su servicio durante estos años.
Seguidamente, tras unas palabras de aliento de nuestro Obispo, en las que nos contó todo lo pensado para la juventud el curso que viene, nos dio la oportunidad de presentar todas nuestras dudas, reflexiones o agradecimientos que de manera normal no podemos mostrarle.
Tras ello tuvimos la celebración de la Eucaristía en la que Don Sebastián nos enviaba a vivir nuestra vida con tres verbos: estar, escuchar y anunciar. Además, nos invitaba a hacer nuestras cuatro miradas que podemos contemplar en nuestra madre: fe, docilidad, humildad y esperanza.
Durante la tarde seguimos asistiendo a diferentes talleres, para más tarde coger un autobús que nos desplazaría hacia el monte del Gozo donde tuvimos un concierto y vigilia de adoración.
Con el apóstol Santiago presente y el Señor expuesto, los jóvenes de Europa tuvimos la oportunidad de hablar con Él, dejarnos querer, pedirle que toque nuestro corazón, que nos llame y que nos envíe.
Finalmente, más pronto que tarde amaneció el último día, que no esperábamos alcanzar tan rápido. Celebramos una emotiva Eucaristía presidida por el Legado pontificio y, posteriormente, volvimos al bus para emprender la etapa más importante de este camino. Invitar a la gente a ser testigos de todo lo vivido.
Aprovechamos estas líneas para hablarte ahora a ti joven. Levántate y sé testigo. Anuncia la presencia de Dios en tu vida y nunca lo guardes para ti. Da gratis lo que gratis has recibido. Pídele al Señor que toque tu corazón. Que te hable. Que te haga descubrir qué ha pensado para ti. Que te haga fiel discípulo suyo y que te ayude a descubrir tu vocación. Joven, esta es tu familia. Esta es tu casa.
Delegación de Juventud