Homilías de los Domingos 28 y 29 del T. O.
11 octubre de 2008Don Manuel Carmona García, Delegado Episcopal de Liturgia, nos presenta sendas reflexiones correspondientes a las lecturas de los domingos 12 y 19 de octubre (28 y 29 del Tiempo Ordinario).
DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO (A) 12 de octubre de 2008
Sentarse a la mesa viene a ser expresión de nuestra necesidad de alimento y nutrición. Pero, si se trata de un banquete al que se invitó, es un gesto elocuente de la amistad de quien convidó y de la que los comensales le profesan, al acudir para festejar juntos el motivo de su celebración. De ahí que el Señor decidiese dejarnos en forma de banquete –en el que siempre Él es el anfitrión–, el gesto más contundente de su amor y el momento más expresivo de nuestra comunión con Él y entre nosotros para festejar unidos su salvación. Hacia este aspecto, tan esencial del domingo cristiano y su celebración, apunta hoy la lección del Señor.
DOMINGO XXIX DEL TIEMPO ORDINARIO (A) 19 de octubre de 2008
El concilio Vaticano II dejó plasmada de modo magistral esta afirmación: «El Pueblo de Dios, movido por la fe que le impulsa a creer que quien lo conduce es el Espíritu del Señor que llena el universo, procura discernir en los acontecimientos, exigencias y deseos, de los cuales participa juntamente con sus contemporáneos, los signos verdaderos de la presencia o de los planes de Dios» (GS 11). En esta apreciación quiere orientarnos con su palabra hoy el Señor.