El Obispo alienta a las Hermanitas de los Pobres a continuar siendo faro de esperanza para los enfermos y necesitados

La Madre General de las Hermanitas de los Pobres, Madre Mª del Monte Auxiliadora, se encuentra en España realizando una visita canónica, en la que recorrerá cada una de las casas de la Provincia de Barcelona-Sevilla. Durante estos días se encuentra visitando la Casa de las Hermanitas de los Pobres de Jaén.

Por este motivo, en la mañana de ayer, nuestro Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, quiso hacerse presente y celebrar la Eucaristía en la Capilla de la residencia. Concelebraron, además, el Vicario episcopal, D. Bartolomé López; el Secretario del Obispo, D. Francisco Javier Cova; el Capellán de las Hermanitas de los Pobres, D. Jesús Moreno; y el sacerdote diocesano D. Antonio Aranda.

Asimismo, participaron las religiosas de la comunidad de Jaén, otras hermanas del Consejo Provincial, así como residentes y trabajadores de la residencia de ancianos.

El Obispo quiso comenzar su homilía recordando que se estaba celebrando “con gratitud y alegría la vida y el legado de un hombre extraordinario, San Francisco de Asís. Su historia es una fuente de inspiración para nuestra vida y nos ofrece lecciones profundas que continúan resonando hoy en nuestros corazones y en nuestras almas”.

Asimismo, dirigiéndose a las Hermanitas de los Pobres, Don Sebastián, dijo: “hoy es un día especialmente significativo para vosotras, pues seguís con vuestro carisma el ejemplo de San Francisco, el pobre de Asís, al cuidar a los enfermos y marginados con amor y dedicación”. Y en este sentido añadió: “Vosotras, queridas hermanas, que con vuestro servicio y vuestra entrega resplandecéis en medio de nuestra ciudad de Jaén, personificáis este espíritu de servicio y compasión. Al cuidar a los enfermos, seguís los pasos de San Francisco y os convertís en manos amorosas de Dios en el mundo”.  

Monseñor Chico Martínez recordó, también, que uno de los pilares de las Hermanitas de los Pobres es la humildad, al igual que San Francisco, “considerándoos “pequeñas” en el sentido de que no buscáis gloria o reconocimiento, sino que os dedicáis silenciosamente a la tarea de aliviar el sufrimiento de los demás”.  Del mismo modo, quiso subrayar la oración, como parte fundamental de su vida; y la vida comunitaria, que les da la fuerza y la alegría para enfrentar los desafíos de cada día.

Don Sebastián quiso culminar pidiendo, de manera especial, por las Hermanitas de los Pobres, “para que continuéis siendo un faro de esperanza para los enfermos y necesitados, y que todos nosotros, inspirados por San Francisco, podamos esforzarnos por vivir de manera más sencilla y en armonía con la creación de Dios, siendo instrumentos de paz, de amor y de esperanza en un mundo que tanto lo necesita”.

La celebración eucarística culminaba con una foto de familia. Posteriormente, el Obispo y la Madre General se reunían para departir sobre algunas cuestiones significativas de la Congregación, fundada por Santa Juana Jugan en 1839.

Galería fotográfica: «Visita a la residencia de las Hermanitas de los Pobres»