Acto de reconocimiento del presbiterio diocesano de Jaén a D. Francisco Juan Martínez Rojas
12 marzo de 2011El pasado 7 de marzo el Vicario General en nombre del Sr. Obispo invitó a un acto de reconocimiento del presbiterio diocesano a favor del Deán de la Catedral de Jaén, D. Francisco Juan Martínez Rojas, con ocasión de la reciente medalla que le ha otorgado la Junta de Andalucía. Al acto asistieron el Sr. Obispo, D. Ramón del Hoyo, el Vicario General, D. José Antonio Maroto, el Rector del Seminario Mayor, D. Pedro Ortega y el Secretario de la Universidad de Jaén, D. José Cuesta así como otros sacerdotes, los seminaristas mayores y algunos laicos de la diócesis.
Durante el encuentro Martínez Rojas quiso agradecer el apoyo de todo el clero diocesano y resaltó la importancia de vivir en fraternidad y comunión dentro de la gran familia del presbiterio: “Este acto hace realidad las palabras de San Pablo en su primera Carta a los Corintios, cuando hablando de la Iglesia, Cuerpo Místico. Él dice que cuando un miembro es honrado, se alegran con él todos los demás miembros. Yo por eso me considero muy afortunado, porque tengo muy buenos amigos y muy buenos compañeros sacerdotes. Nuestros mejores amigos los tenemos en el presbiterio, esa gran familia a la que pertenecemos. Nosotros, los sacerdotes, tenemos el lazo enriquecedor de la fraternidad sacerdotal, que nos une a Cristo y que también nos une de forma especial como miembros de una familia en el presbiterio diocesano. Es ahí donde tenemos que crecer, en comunión, en respeto recíproco, en ayuda mutua, superando esas limitaciones humanas que como personas tenemos y como en todas las familias afloran siempre”. Asimismo, el Deán comunicó su interés en seguir trabajando por la Catedral de Jaén y por el patrimonio histórico-cultural de la diócesis.
También tomaron la palabra el Vicario General y el Secretario de la Universidad de Jaén. Por su parte, el Sr. Obispo quiso expresar la satisfacción que ha provocado dicha distinción en el clero diocesano y resaltó, igualmente, la trascendencia del concepto de familia presbiteral: “cuando tenemos que sufrir en lo más íntimo de nuestro ser sacerdotal la avalancha de ataques que se producen y se reproducen en cascada ante cualquier comportamiento negativo de un sacerdote, produce verdadera alegría esta distinción. Sabemos que es muy cierto que los sacerdotes por el orden de presbiterado estamos íntimamente unidos por una fraternidad que tiene una base sacramental. Vivir la realidad de la familia de los presbíteros incluye el reconocimiento total de todos y cada uno de los hermanos en sus circunstancias personales y concretas”. El acto finalizó con un desayuno fraternal.