Bodas de oro de dos Misioneras de Acción Parroquial
7 octubre de 2009Ampliar foto
Las “Bodas de Oro” en el camino de la Vida Religiosa, 50 años de fidelidad al Señor, es un acontecimiento importante en la vida de toda Misionera de Acción parroquial. Es un gran regalo del Creador que debemos saber acoger, saborear, agradecer, celebrar y compartir.
¿Cómo hacerlo? De manera sencilla, intima y, en clave de fraternidad y comunión unidas a nuestras Hermanas Presentación García y Mercedes Castro, protagonistas de este “evento” de la Comunidad de Misioneras de Acción parroquial de la parroquia de Cristo Rey de Jaén.
Para renovar el “Sí”, generoso de hace 50 años, estas hermanas estuvieron acompañadas por Pilar Benavente, miembro del Gobierno de la Delegación de España, Adela García, MAP y hermana de Presentación, junto con las tres comunidades de Jaén: Cristo Rey, La Merced y Mancha Real. No podían faltar a este encuentro, los párrocos con los que las MAP comparten luces y sombras; gozos y esperanzas: D. Juan García Carrillo, párroco de Cristo Rey y D. Santos Lorente, de la parroquia de San Félix, con quienes, Presentación y Mercedes comparten la misión pastoral. También D. Manuel Bueno, anterior párroco de Cristo Rey, durante 22 años, quiso acompañarnos para vivir con nosotras esta experiencia de gracia y fraternidad. A los tres, muchas gracias.
¿Dónde se celebra? Estaba claro. Se acababa de inaugurar el Año Jubilar de la coronación de Ntra. Sra. de la Virgen de la Cabeza, Patrona de nuestra Diócesis de Jaén. Cada año, el último domingo de abril, se celebra esta Romería. La más antigua de España y cada año, más multitudinaria
El Santuario de Ntra. Sra. de la Virgen de la Cabeza está ubicado en el monte más alto de Sierra Morena, en el Cerro del Cabezo donde una imagen de la Virgen, pequeña y morena atrae a miles de peregrinos. Los cofrades de la Virgen de la Cabeza, de nuestra parroquia de la Merced, donde tienen su sede, dicen que la experiencia de participar en la Romería es única, difícil de comunicar y dura todo el año.
Hacia el Cerro del Cabezo partimos a las 10.15h. en un pequeño autobús. El viaje se inició con una oración que dirigió D. Juan poniendo el día en las manos del Señor a través de María. Nuestros rostros expresaban la alegría que había dentro y la necesidad de exteriorizarla con: saludos, cantos,…. Pronto nos sentimos en el coche como en nuestra propia casa. Apenas salimos de Andujar, recordando “tiempos pasados” hicimos memoria de aquellos cantos profanos y religioso que todas conocemos. Con esta alegría, en los labios y en el corazón, recorrimos las 365 curvas que hay hasta llegar al Santuario de la Virgen. Lugar maravilloso que invita a la oración de acción de gracias y de alabanza al Creador por tanta maravilla como contemplamos. En este ambiente sereno y apacible encontramos el descanso y la paz interior que preparó el momento culmen del día: La Eucaristía de Acción de Gracias al Señor por la Vida y la Vocación de nuestras hermanas Presentación y Mercedes
Estas dos hermanas forman parte de la comunidad de la parroquia de Cristo Rey de Jaén y prestan sus servicios, en Cristo Rey y S. Félix de Valois respectivamente.
Apenas llegamos al Cerro iniciamos los preparativos para celebrar la Eucaristía, concelebrada por los tres párrocos que nos acompañaron y amenizada con nuestros cantos. D. Juan, fue quién presidió la Celebración. Comenzó recordándonos que nos reuníamos en una mañana de verano, tiempo de cosecha, en el monte del Cabezo, Santuario de Santa María, para celebrar con alegría un fruto, ya maduro de esta cosecha del Señor. Son 50 años de Consagración. La celebración de unas “Bodas de Oro en las que, nuestras hermanas Presentación y Mercedes, agradecen y nosotras agradecemos con ellas la fidelidad del Señor, fidelidad perpetua e inquebrantable y el sencillo esfuerzo de corresponder por su parte, a sus gracias y a sus dones.
D. Juan pronunció una bonita, cariñosa, conmovedora, y significativa homilía. Nos situó reunidas en el Cenáculo del Santuario con los apóstoles y las mujeres, con María la Madre del Señor, a la espera del Espíritu. Recordó que en el Antiguo Testamento, cincuenta años señalan el año jubilar: es una iniciativa divina que invita a la alegría y la fiesta, al descanso, la liberación, la conversión, y la fraternidad…En el NT Jesucristo recoge lo esencial del AT: Predica un año de gracia del Señor.
“Cincuenta años de vida religiosa son una buena ocasión para la oración penitencial, la acción de gracias, el repaso y la revisión, humilde y agradecida a la vez, de todos los surcos en los que el Señor nos ha sembrado y donde hemos debido florecer y dar fruto.
Finalmente nos dijo: el amor esponsal y las bodas expresan el amor que Dios nos tiene y que espera de nosotros. La presencia de Jesús en la boda de Caná, es un Sí, a la fiesta, a los mejores valores humanos, a la alegría…
A lo largo de estos 50 años, con su Palabra y su Eucaristía, Jesús ha sido el alimento de vuestra vida y la presencia de María, junto a Jesús y sus discípulos, exquisita en su fecundidad, discreta, atenta y eficaz nos recuerda constantemente: “Haced lo que Jesús nos diga” y gozad este vino mejor.
Terminada la homilía las hermanas Presentación y Mercedes renovaron los votos de pobreza, Castidad y obediencia públicamente a los pies de la Virgen de la Cabeza y ante la Iglesia, presente en los hermanos allí reunidos.
Finalizada esta entrañable celebración, ganamos las indulgencias, concedidas por Benedicto XVI, en este Año Jubilar de la Coronación canónica de Ntra. Sra. de la Virgen de la Cabeza.
Después visitamos las dependencias del Santuario y tuvimos una comida fraterna en la que seguimos gozando de este día de convivencia y fiesta. Llegada la hora del regreso, volvimos a nuestros lugares de origen agradecidas al Buen Dios y a su Madre y la nuestra, La Virgen de la Cabeza que, hicieron posible que viviéramos esta agradable y distendida jornada, para celebrar las Bodas de Oro de nuestras queridas hermanas Presentación y Mercedes.
Hna. Eloina Cogollos, map