El Sr. Obispo preside la Eucaristía en honor a San Juan Pablo II
26 octubre de 2016El templo de San Juan Pablo II de la capital jiennense celebraba el pasado 22 de octubre la Eucaristía en honor al santo y el primer aniversario de la erección de la parroquia.
Dicha celebración estuvo presidida por el Sr. Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro y concelebrada por su párroco, D. Francisco León García.
Estuvieron presentes, además, miembros de la comunidad parroquial y de la Hermandad Sacramental de Jesús Salvador en su Santa Cena y María Santísima de la Caridad y Consolación, así como un significativo número de trabajadores y mayores de la Residencia Caridad y Consolación.
Durante la celebración, D. Francisco León quiso recordar que “aunque la Dedicación de este templo fue el 12 de mayo de 2012, fue en un día como hoy, 22 de octubre del año pasado, cuando nuestro querido D. Ramón, Obispo emérito de esta diócesis de Jaén, firmaba y hacía público el Decreto de Erección Canónica de esta Parroquia de San Juan Pablo II, al que públicamente le reiteramos hoy nuestra gratitud con nuestro recuerdo y nuestra oración”.
“Sr. Obispo, llega Usted a una parroquia como Padre y Pastor, una nueva y joven parroquia que ha transcurrido su primer año de existencia en la vivencia de este Año Santo de la Misericordia, haciéndonos comprender que «Si el Señor no construye la casa en vano se cansan los albañiles», y es que es Jesucristo, el rostro encarnado de la Misericordia del Padre, el que nos guía, nos enseña y acompaña en la experiencia y vivencia de nuestra fe y el que nos fortalece y nos alienta con su Espíritu en el cumplimiento de nuestra misión: Hacer visible y creíble ese amor del Padre, que nos ha sido dado en Jesucristo su Hijo, por el Espíritu Santo, y en la comunión con su Iglesia misionera”.
D. Francisco quiso terminar “dando gracias a Dios por haber coincidido la fiesta de San Juan Pablo II con la campaña del Domund. Bajo el lema de “Sal de tu tierra”, nos invita a pensar en la multitud de misioneros que se encuentran en los rincones más escondidos y apartados del mundo, 13 mil de ellos son españoles, que han dejado su familia, su patria, sus amigos, sus comodidades y se han marchado para anunciar con su palabra y sus vidas la Buena Noticia del Evangelio y ayudar a vivir una vida con mayor dignidad, para que también nosotros nos demos cuenta de que no hay nada que nos haga más felices que salir también de nuestras comodidades, egoísmos e intereses para encontrarnos con los demás para compartir con esmero y alegría lo que somos, lo que tenemos, lo que sentimos, lo que creemos y lo que soñamos: formar una gran fraternidad, siguiendo todos al gran Maestro Jesús”.
Por su parte, el Sr. Obispo hizo hincapié también en la Jornada del Domund. “Hoy tenemos necesariamente que recordar una fecha muy importante para la Iglesia, el día del Domund. Como todos los años nos sirve para llamar la atención y para que descubramos el significado de estas fiestas. El lema es ‘sal de tu tierra’. Eso de sal de tu tierra viene de lejos. Viene del envío del Señor a todo aquel al que le había encomendado una misión. Porque todo aquel que conoce a Dios, que lo conoce de verdad, que tiene una relación en profundidad con Él, solo decide una misión en la vida. Recordad que todos nosotros tenemos una vocación desde nuestro Bautismo, que todos hemos sido llamados a una vocación que es, en primer lugar, ser discípulos del Señor y, naturalmente, como somos discípulos somos misioneros”.
Igualmente, recordó que “San Juan Pablo murió con la conciencia eclesial. La conciencia de todos los hombres y mujeres de fe de que habíamos tenido la gracia de tener entre nosotros a un Papa Santo. Sabía conducir desde su vida interior, desde su experiencia individual, desde el reflejo que él mostraba al mundo, como un testigo especial en el mundo contemporáneo. Testigo de Jesucristo desde el reflejo de la santidad que él sabía mostrar al mundo”.
“Y de un modo muy especial él sabía contagiar a los jóvenes. Cuantos y cuantos jóvenes han encontrado su vocación en la Iglesia y en el mundo como padres y madres de familia, como sacerdotes, como consagrados o como consagradas. Cuantos han descubierto su vida cristiana desde el ministerio de un Papa maravilloso”.
Tras la Eucaristía, que finalizaba con el Salve Regina, Don Amadeo pudo saludar y departir con los miembros de la comunidad parroquial, de la Hermandad y de la Residencia.
Asimismo, y aprovechando la visita, el Sr. Obispo quiso conocer, también, las instalaciones de la Residencia Caridad y Consolación.
Galería fotográfica: Eucaristía en honor a San Juan Pablo II