Sor Asun celebra 25 años de entrega al Señor como franciscana clarisa acompañada de los Nuevos Sarmientos
11 julio de 2024Hace casi tres décadas, un numeroso grupo de jóvenes conocieron a Jesucristo y a su Iglesia a través de unas Jornadas organizadas por el extinto movimiento juvenil “Nuevos Sarmientos”, perteneciente a Cursillos de Cristiandad.
Estos chicos, a raíz de esa experiencia fuerte de fe, comenzaron a reunirse cada viernes en las dependencias de Cursillos, participaban en campos de trabajo, se involucraron en las vidas de sus parroquias… lo hacían con mucho ímpetu, mucha ilusión y con ganas de cambiar el mundo. Todo bajo el grito de guerra de: ¡Cristo Vive!
Entre los Nuevos Sarmientos, salió una vocación a la vida consagrada, la de Asunción Alcázar Iglesias, «Asun», que a finales de los 90 entró en el Convento de las Franciscanas Clarisas de Jaén, “las Bernardas”. El pasado fin de semana celebraba sus bodas de plata de los votos perpetuos y estos, ya no tan nuevos Sarmientos, quisieron reunirse para acompañarla.
Algunos en Jaén, otros fuera, con recorridos vitales distintos, algunos que hacía décadas que no se veían… pero, de nuevo, el Espíritu Santo los volvió a reunir. Ya no tan jóvenes, ya junto a sus familias, pero sabiendo que esa celebración era, no solo el aniversario de su querida amiga Asun, sino la renovación, también, de su compromiso con la Iglesia y con Cristo. Este reencuentro les hizo ver con cierta perspectiva y seguro que algo de autocrítica, cómo habían vivido los últimos 25 años, y cómo de vivo seguía ese sentimiento de pertenencia, de solidaridad, de saberse parte de “algo” muy grande.
Prepararon la celebración eucarística con cariño y esmero, desempolvaron las guitarras, buscaron las canciones que más les hacían vibrar en su juventud y llegaron a la conclusión de que nada podrá separarlos del amor de Dios.
Todos a los que las circunstancias se lo permitieron, y con el recuerdo de los que no pudieron asistir y de los que se unieron desde el cielo, estuvieron al lado de Asun en su aniversario como franciscana clarisa. Participaron en la hermosa Eucaristía, y dieron gracias a Dios por todo lo bueno que sembró en sus corazón en aquellas jornadas. Tras la Misa, cantaron para la comunidad de las Bernardas desde el locutorio. Recordaron viejas anécdotas, se pusieron al día de sus vidas, y como aquellos domingos por la tarde en la Capilla del colegio de Santa María de los Apóstoles, se fueron a casa con el corazón lleno de Dios.