La Iglesia de Jaén alza su voz en el día de la siniestralidad laboral para acompañar a las víctimas y cuidar el trabajo para cuidar a las personas
30 abril de 2024Miembros de Cáritas Diocesana, Pastoral del Trabajo, HOAC, Pastoral Gitana, Pastoral Penitenciaria, Pastoral de Migraciones, Pastoral de Juventud, Acción Católica General y CONFER han homenajeado en el día Mundial de la Seguridad y la Salud en el Trabajo, a los 7 obreros fallecidos en 2023. Lo hicieron en la calle que lleva el nombre del obrero portugués fallecido en 2007 en la construcción del Corte Inglés, Carlos Do Santos, y dando lectura al manifiesto de la Conferencia Episcopal Española “Comprometidos por la defensa de la vida en el trabajo nos sentimos llamados a acompañar a las víctimas”. A continuación, marcharon en silencio hasta la parroquia de Belén y San Roque, portando carteles en alusión a las distintas encíclicas papales que hacen una defensa de la dignidad de la persona trabajadora y de la necesidad de un trabajo decente, para allí celebrar la Eucaristía.
El consiliario de la Pastoral del Trabajo, D. Pedro Montesinos, fue el encargado de presidirla para celebrar la fe y por tanto a sentirse examinados en el amor ante una de las realidades más duras de nuestra sociedad: el derecho al trabajo y a un trabajo decente, y, por tanto, a compartir la situación, tantas veces dramática, en que se encuentran muchas personas y familias que están sufriendo las consecuencias de la falta de trabajo o de un trabajo decente. Un examen que pasará por la solidaridad con los más humildes como afirma Jesús.
Así se refirió al mal uso del dinero realizado por los opresores, llevando a manipulaciones en la vida económica, a fraudes y a la consideración del pobre y del necesitado como pura mercancía, lo que representa un atentado contra el prójimo al que hay que amar como a uno mismo; afirmando que para que la sociedad funcione correctamente es vital la promoción de un trabajo digno y decente para todos, pues su carencia lleva a la pobreza y a la disgregación social, y mina la dignidad de la persona humana.
Refirió la urgencia de responder a las necesidades de quienes buscan un empleo digno y oportunidades para salir de la pobreza y evitar la marginación y la explotación según la encíclica Caritas in veritate de Benedicto XVI. También refirió la preocupación del Papa Francisco por las personas que carecen de un empleo y se ven menoscabadas en su dignidad porque no son capaces de aportar ayuda alguna a la familia por medio de su trabajo.
De modo especial en el momento presente, el consiliario animó a la asamblea de cristianos a la renovación del compromiso con la cultura del trabajo que nos pide renunciar a conductas consumistas y materialistas que no valoran el trabajo, siendo responsabilidad, como comunidad cristiana, acompañar a las personas que carecen de trabajo. Ni el Estado ni la sociedad en su conjunto pueden sentirse ajenos a esta preocupación, reafirmando los principios fundamentales de la enseñanza social de la Iglesia como son la dignidad de la persona humana, el destino universal de los bienes, la participación de todos en la búsqueda de bien común y la solidaridad. Las condiciones difíciles o precarias del trabajo hacen precarias las condiciones de la misma sociedad y conllevan un lastre para el deseable vivir ordenado según las exigencias del bien común.
Pidió que los cristianos cada día sean voz en la hermosa tarea que la Iglesia les pide que no sea otra que defender siempre que cualquier persona pueda tener un trabajo decente y aquellos que pueden ofrecer esta posibilidad a la sociedad, acompañando la vida de muchas personas que buscan su dignidad en el trabajo y en su desarrollo integral. Pidió la cercanía a los gozos y esperanzas de las mujeres y de los hombres del mundo del trabajo y de sus familias, especialmente de los que sufren el paro o de aquellos que soportan unas condiciones de trabajo que imposibilitan una vida digna. Terminó la celebración con la lectura del manifiesto de Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) para el 1º de mayo” Cuidamos el trabajo para cuidar a las personas” en la defensa de la reducción del tiempo de trabajo como expresión del cuidado, para trabajar menos y así paliar la precariedad y mejorar la salud de las personas trabajadoras.
Iglesia por el Trabajo Decente. ITD Jaén