La Catedral acoge la Celebración Jubilar de los Emigrantes
19 enero de 2016El día 17 de Enero, y organizado por el Secretariado de Migraciones, se celebró la Jornada Internacional por los Inmigrantes y Refugiados que con el Lema “Emigrantes y refugiados nos interpelan. La respuesta del Evangelio de la Misericordia“, ha llenado nuestra Iglesia de Jaén, de rostros y voces llegados de múltiples países.
La Jornada se inició a las 12,30, en la Plaza de la Catedral, con la presencia del Sr Obispo y la reunión de una multitud de fieles de múltiples razas, culturas y religiones. Nos concentramos ante una valla que cerraba el paso a la Puerta de la Catedral, a la Puerta Santa del Jubileo.
Tras unas palabras motivadoras por parte de Jesús Castro, consiliario del Secretariado, se procedió a la ruptura, al corte de la valla. Una ruptura dificultosa por parte de dos inmigrantes y que nos hablaba del trabajo que nos motiva: Romper con vallas y fronteras que separan a hermanos de distintos credos y culturas.
Acoger en casa al forastero o dar posada al peregrino, en la formulación de una de nuestras obras de misericordia, son una práctica que además de satisfacer una necesidad, dignifica y plenifica la vida de quienes lo practican, y los asistentes a la Jornada estamos empeñados en ello: Dignificar la Vida de las personas que se sienten excluidas de nuestra sociedad y sistema económico y a la vez, sentirnos acogidos y amados por la inmensa Misericordia de nuestro Padre Madre Dios, que a todos y todas ama y acoge por igual.
Tras la ruptura de la valla, fue significativo el paso a su través de Ibrahim, un camerunés, portando el Evangelio y abriendo la procesión que llevaría al Pueblo de Dios allí reunido con su obispo acompañando, a pasar la Puerta de la Misericordia, la Puerta de nuestra Catedral , convertida en Puerta de acogida y hermandad entre los venidos de tan distintos y lejanos lugares. Al son de los cantos hermosísimos del Coro de Santa Isabel, atravesamos los umbrales de la catedral con el sentimiento de Liberación con que el pueblo de Israel atravesó el Mar Rojo.
Los venidos desde Argelia, Marruecos, Mali, Senegal, India, Pakistán, Camerún, Guinea, Sahara, Croacia, Serbia, Ecuador, Bolivia, Burkina, Argentina,…formaban junto a los autóctonos un abanico de color y culturas que ha supuesto un enriquecimiento para los que allí se congregaron.
A las 13h daba inicio la Eucaristía del Jubileo, con la bienvenida de la Delegada del Secretariado, Anun Estévez. Durante la misma se dio paso al testimonio de dos inmigrantes que reflejaron con sus sentidas palabras la presencia del Dios de la Misericordia en sus vidas. Uno de ellos en la presencia tierna de Dios a su paso de la valla desde Marruecos a Ceuta, a través de un mar donde se sintió casi morir y allí supo de la presencia de Dios en su vida y la otra una experiencia del sentir la presencia amorosa del Padre en su llegada a Jaén y encontrar la mano abierta en asociaciones de voluntariado de nuestra ciudad que le han facilitado su integración en nuestra sociedad.
Asistimos asombrados a la homilía de nuestro querido Obispo, D Ramón, que la inició con unas sentidas palabras: “Tras hablar ellos, los inmigrantes, la homilía está hecha”. Luego en pocas palabras nos trajo a la memoria la acogida que en cada texto del Evangelio se respira en las manos de Jesús, rostro de la Misericordia del Padre.
Finalizada la Eucaristía, los allí congregados, se desplazaron hasta el cercano Seminario, para compartir el almuerzo con lo que cada uno, cada una había aportado En el sencillo gesto del diálogo fraterno, en la sonrisa y la charla animada con tantos hermanos de diversas culturas, seguimos haciendo vida el gesto profético y liberador de la Eucaristía. El sentarnos todos y todas a la misma mesa era un gesto más desde el que acercarnos un poquito más y entrever qué quería decir Jesús cuando hablaba del Banquete del Reino.
Esta Jornada se completó el martes siguiente día 19 de Enero, con una concentración en la Plaza de la Constitución de nuestra capital, junto al Círculo de Silencio y la Red Jaén CiudadAbierta, que como cada tercer martes de mes, se lleva a cabo, en reivindicación de unas políticas que no agraven más la difícil situación de migrantes y refugiados.
Todavía dista mucho para que nuestra conciencia ciudadana y eclesial quede tranquila.
La acogida no es solo un acto humanitario, sino, en muchos casos, de estricta justicia y de respeto al ordenamiento jurídico internacional. A nadie demos por caridad lo que le es debido por justicia. En todo caso, Europa no puede echar a perder sus raíces cristianas profundamente humanistas y vender su alma solo a la razón mercantil.
Nuestra respuesta ante quienes llaman angustiados a nuestra puerta, no puedo ser atrincherarnos ante nuevos muros y vallas de la vergüenza coronadas de espino. No podemos vivir estas llamadas angustiosas como un ataque a nuestras cuotas de bienestar, ni podemos alimentar el discurso del miedo al diferente.
Europa y nosotros, ciudadanos de Jaén, debemos responder de forma humanitaria, coordinada, conjunta y generosa a este gran desafío. Nos jugamos mucho en estos momentos y… la forma de hacer vida nuestros anhelos y los de tantos y tantas hermanos nuestros es seguir denunciando las situaciones de injusticia y vulneración de sus Derechos. Con la Celebración Eucarística y la Denuncia Profética, Evangélica, seguiremos caminando desde este Secretariado. Sabemos bien que el Cristo, rostro de la misericordia del Padre Madre Dios nos acompaña.
Queremos recordar unas palabras proféticas del Papa para que siempre tengamos presente el dolor ajeno y sepamos responder a todos los que por una u otras circunstancias experimentan un enorme dolor injusto: “La indiferencia y el silencio abren el camino a la complicidad cuanto vemos como espectadores a los muertos por sofocamiento, penurias, violencias y naufragios. Sea de grandes o pequeñas dimensiones, siempre son tragedias aun cuando se pierda solo una vida” (Mensaje del Papa Francisco para la Jornada del emigrante y del refugiado, 2016).
Y no queremos finalizar sin añadir un compromiso diocesano adquirido con motivo de este Jubileo de las Migraciones, y es formar un MOVIMIENTO INTRAECLESIAL DE MIGRACIONES, que estaría compuesto por todos aquellas grupos o entidades cristianas o personas a título particular que están trabajando en este campo en nuestra diócesis o que se quieran sumar, para seguir dando pasos en la Comunión y en la Misión, hacia la vivencia de un verdadero Evangelio de la Misericordia.
Juan Cózar
Secretariado Migraciones