Vida Ascendete de Jaén celebra a sus Santos Patronos Simeón y Ana
13 marzo de 2009El día dos de febrero, fiesta de nuestros patronos, fue una jornada que todos vivimos intensamente y que resultó gratificante y entrañable para los asistentes a las actividades que, con tal motivo, había organizado la Comisión Diocesana.
Comenzó la celebración con una conferencia de D. José Ramón Molina Hurtado, poeta, médico hematólogo y cristiano comprometido que, de manera magistral, nos habló de la vida, el amor, el arte de envejecer, la muerte, la alegría del cristiano etc.
Señaló que el amor debe ser el motor de nuestras vidas; que el perdón es un gran signo de amor que debemos ejecutar, porque fuimos perdonados; que el cristiano no se jubila nunca, siempre tiene amor; las personas de Vida Ascendente debemos ser miembros activos en el amor y entregar nuestro amor y nuestro tiempo a todos; cuando el hombre muere con amor llega a la felicidad.
Hizo un defensa encendida de la vida desde el primer instante de la concepción hasta que Dios dispone de ella; indicó que el aborto y la eutanasia son dos grandes lacras de nuestro tiempo y animó a los presentes a participar activamente en la sociedad para erradicarlas, así como a colaborar en la implantación de medidas y ayudas que permitan defender la vida como las casas de acogida, la ayuda a las madres gestantes y a los mayores; también animó a exigir a las autoridades que legislen para evitar la muerte de tantos inocentes.
Remarcó que los cristianos defendemos la vida y no podemos estar tristes; que hablamos de vida porque Cristo vive y de alegría plena porque tenemos a Jesús; que es bueno envejecer dando gracias a Dios por lo que nos ha concedido, con la alegría de este tiempo extra que nos regala; que debemos evitar que nuestros defectos se acentúen con la edad y que debemos afianzar nuestra fe y esperanza, virtudes que nos hacen personas con valentía y decisión.
Finalizó analizando los tres pilares de nuestro movimiento: amistad, espiritualidad y apostolado, incidiendo en el gran papel de los laicos en la Iglesia y en la necesidad que ésta tiene de aprovechar la experiencia de sus" hijos mayores" en su tarea de evangelizar el mundo. Como colofón a su magnífico testimonio nos obsequió con un soneto que había compuesto para Vida Ascendente.
El momento central de nuestra celebración fue la Eucaristía, que presidió el S. Obispo y concelebró con el Consiliario y otros sacerdotes. En la homilía, hizo una semblanza de nuestros patronos, destacando su entrega al servicio del Señor y a la oración así como su esperanza en la promesa de salvación que en Jesús se cumplió. Nos animó a imitarlos, a reconocer en ellos y en otras personas de nuestra edad que es hermoso ser mayores, que este momento de nuestra vida es un tiempo de esperanza, que tenemos un gran papel que desempeñar en la sociedad y en la Iglesia actual como maestros de experiencia y testigos de la Fe. Nos exhortó a seguir ejercitándonos en el amor y la entrega.
La jornada finalizó con una comida de fraternidad, que propició una ágil y animada convivencia entre más de 160 miembros de nuestro movimiento, procedentes de distintos puntos de la provincia.
Presidenta Diocesana de "Vida Ascendente".