“Sal de tu tierra”: lema para este curso de los Equipos de Nuestra Señora
5 noviembre de 2014 De nuevo empieza otra etapa, otro curso de los Equipos de Nuestra Señora bajo el lema “SAL DE TU TIERRA” que nos invita como a Abrahán a salir porque el Señor nos llama. Salir es un reto, es nuestra vocación, sabiendo que Cristo, que también salió para anunciar el plan salvífico del Padre, está con nosotros, camina a nuestro lado.
La espiritualidad de los ENS nos lleva a salir acompañado del cónyuge, de otros matrimonios, del Señor. Nuestra vida es un caminar constante y el Movimiento es una ayuda a cultivar el camino con el Señor desde la oración, la escucha de su Palabra y los demás medios de esfuerzo que se nos proponen.
El Papa Francisco como motivo del Sínodo sobre la familia, animaba el día anterior al inicio a que los matrimonios cristianos arraigados en Cristo salgamos de nuestras comunidades para escuchar los latidos de los hermanos, las esperanzas y dolores del mundo, los olores de los hombre y escuchar sus lenguajes.
El nuevo curso ha comenzado con los actos celebrados en las parroquias de S. Félix de Valois de Jaén y de S. Carlos Borromeo de La Carolina en la víspera de la Jornada del DOMUND y de la beatificación del Papa Pablo VI, quien recibió a los ENS en varias ocasiones. En una de ellas, en mayo de 1.970, con ocasión de un encuentro de dos mil hogares, pronunció un discurso fundamental que aclaraba con una visión pastoral llena de ternura, la enseñanza de la Iglesia sobre la sexualidad, el amor y el matrimonio. Les decía “… la Buena Nueva traída por Cristo Salvador es también buena nueva para el amor humano…
Como todos los bautizados, habéis sido llamados a la santidad, según la enseñanza de la Iglesia, solemnemente reafirmada por el Concilio…”.
También en la tarde del sábado dieciocho, se clausuraba en París la fase diocesana del proceso de beatificación de nuestro fundador el Padre Henri Caffarel. El acto tuvo lugar en la cripta de la parisina iglesia de S. Agustín, que fue su parroquia durante cuarenta años.
Pero nuestro pasado nos debe servir como trampolín y de esta manera como nos anima nuestro Obispo en el Plan Diocesano de Pastoral <La alegría que renace de Jesucristo> , “ante una nueva etapa evangelizadora hemos de vivir con esperanza teologal, y hacer cuanto podamos para seguir evangelizando conscientes de nuestras limitaciones (…) Poco a poco –continúa diciendo- vamos conociendo y haciendo nuestro el plan programático que el Papa Francisco ha trazado para toda la Iglesia en su Exhortación apostólica Evangelii gaudium. Nos presenta con claridad un proyecto evangelizador, de vuelta al Evangelio de Jesucristo, para proclamar el Reino de Dios y su justicia centrado con los pobres y en clave de misión”.
Igualmente el citado documento diocesano, en su capítulo II “Una iglesia en permanente misión”, nos indica en los objetivos y sensibilidades. “Escogiendo dos campos especiales para la <misión> o Iglesia en salida: La atención a la caridad cristiana (177), que mira a la promoción, aunque sin olvidar la dimensión asistencial. Y la familia, con sus nuevos retos y posibilidades…»
Iniciamos pues, una nueva andadura en este Año Jubilar Teresiano, en el que como movimiento familiar cristiano que tendremos como tema de estudio “Sal de tu tierra. Discernir los signos de los tiempos”.
Jesús nos pide que leamos los signos de los tiempo, que discernamos, en el día a día, cuáles deben ser nuestras opciones y conductas. Para ello, debemos estar atentos, viviendo el presente, viendo y escuchando, en la realidad de nuestra vida, por dónde pasa la corriente del Espíritu. Que el Señor nos dé un corazón capaz de sintonizar con sus designios amorosos, capaz de escuchar su palabra en medio de los ruidos. Que nuestros pies sepan seguir, luego sus latidos y, así, caminar por las sendas de su reino.