Castellar celebra el 75 aniversario de la nueva imagen de su patrona, la Virgen de Consolación
10 octubre de 2014 La localidad de Castellar, en la comarca de El Condado, ha celebrado con mucha devoción el 75 aniversario de la bendición de la nueva imagen de su patrona, la Virgen de Consolación, que sustituyó a la anterior, destruida en la guerra civil. La nueva imagen, obra del escultor de Santisteban del Puerto Jacinto Higueras, recibe culto en su ermita, a escasos kilómetros de la localidad. El programa de actos, preparado por la cofradía de Nuestra Señora de Consolación, comenzó con una exposición de enseres de la patrona y con la conferencia «Consolación: 75 años de amor» a cargo de D. Cristóbal López Serrano.
Además se han celebrado diversos actos litúrgicos, como el rosario procesional por los alrededores de la parroquia de la Encarnación, un triduo solemne y el tradicional besapié a la imagen del Niño Jesús que porta la imagen de Nuestra Señora de Consolación.
El momento álgido de estas celebraciones se vivió con la procesión extraordinaria y la posterior eucaristía que se celebró en el parque Gabriel Ángel de la localidad. La Santa Misa estuvo presidida por el Vicario Episcopal de Comunicación, D. Antonio Garrido de la Torre, y concelebrada por el párroco de Castellar, D. Julio Ángel Delgado Navas y el sacerdote castellariego, párroco de Vilches y Arquillos, D. Vicente Pablo Morcillo Macías. La Eucaristía contó con una presencia masiva de fieles que llenaron por completo este parque. Además del alcalde de la localidad y los miembros de la corporación municipal, participaron en esta celebración las cofradías de castellar y una representación de otras cofradías de localidades vecinas de la comarca de El Condado y miembros de la agrupación arciprestal de cofradías de El Condado-Las Villas.
En su homilía, D. Antonio Garrido, al hilo del evangelio proclamado, habló sobre la disponibilidad y la fe como virtudes admirables en la Santísima Virgen María y comentó al hilo del canto del «Magníficat» la devoción arraigada, que pasa de generación en generación, a la Virgen de Consolación en la localidad de Castellar.
Tras la Eucaristía, que culminó con un castillo de fuegos artificiales, la imagen de la Virgen regresó en solemne procesión a la parroquia de La Encarnación.
A los pocos días la imagen fue llevada en procesión a la ermita de Consolación, donde es venerada y recibe el cariño de los castellariegos a lo largo de todo el año.