“El dolor y el sufrimiento tienen sentido de la mano de mi amigo Jesús”
25 junio de 2012 El médico, Jesús Marchal, afectado por Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA) ofrece un apasionado testimonio de fe y esperanza.
El Colegio de Médicos de Jaén, acogió el pasado jueves 21 de junio, la presentación del libro ‘EL Ángel blanco’, escrito por Jesús Marchal y su hermano Nicolás. El texto es un itinerario sobre las experiencias, personas y afectos recibidos durante más de dos décadas de padecimiento de una enfermedad neurodegenerativa de la que aún se desconocen las causas de su patología y aún no tiene tratamiento. El acto, que coincidió con la celebración del Día Mundial de la ELA, estuvo respaldado por el sacerdote, Antonio Javier Cañada; el presidente del Colegio de Médicos de Jaén, Emilio García de la Torre; la delegada de Salud de la Junta de Andalucía, Josefa García y la concejal delegada de Sanidad del Ayuntamiento de Jaén, Mª Victoria Garvín.
Durante su intervención, Jesús Marchal, describió todo el proceso que le ha llevado, como a tanto otros pacientes de esta enfermedad denominada “rara”, a cambiar sus esquemas habituales de vida pasando por situaciones de inquietud debido a los efectos adversos de esta dolencia que le cambió radicalmente su situación al pasar de médico a paciente.
Esta obra literaria editada por ‘Endymion’ pretende ser una ayuda, no solo a los aquejados por la ELA, sino también a todos los enfermos que han pasado por su misma situación. De esta manera, subrayó el papel fundamental aportado por sus familiares y amigos para seguir luchando frente a lo que considera “un ejército formidable que lucha contra mí en un descampado y desnudo”.
En este sentido, explicó que en estas situaciones de soledad y confusión nocturna durante su estancia en la UCI a consecuencia de una operación de traqueotomía, surgieron infinidad de preguntas que finalmente tuvieron respuesta: “en ese momento Jesús llamó a mi puerta para quedarse conmigo”. De esta manera, aseguró que “el dolor y el sufrimiento tienen sentido de la mano de mi amigo Jesús”. El co-autor de ‘EL Ángel blanco’ contó como desde aquel día comenzó a ser consciente de “estar jugando el tiempo de descuento de un partido que ya debería haber acabado” y por ello dedicarse a un nuevo oficio, “el de transformar el dolor en una bonita flor en forma de oración por los que sufren la enfermedad, la guerra o la desolación”, añadió.