El Obispo preside la fiesta del Señor de El Mármol
11 septiembre de 2018El domingo, día 9 de Septiembre, la Villa del Mármol, estaba de gala por la festividad del Santísimo Cristo de las Aguas, el Señor del Mármol. Los marmoleños residentes y esparcidos por los puntos de nuestra geografía, nos volvíamos a reunir, un año más, en torno a la imagen bendita y venerada del Santo Cristo Crucificado. Esperábamos ansiosos la visita de nuestro padre y pastor, Don Amadeo, Obispo de la Diócesis de Jaén, que se trasladaba a la Parroquia de nuestra Señora de la Paz, para presidir la Eucaristía, que estuvo concelebrada por el Vicario General y Deán de las Catedrales de Jaén y Baeza, D. Francisco Juan Martínez Rojas; D. Carlos Moreno, párroco de Cambil y nuestro párroco, D. Jesús Monforte.
Asistió la Hermandad del Cristo del Mármol de Cambil, pues se conmemoraba el vigesimoquinto aniversario del hermanamiento con la Hermandad del Cristo de las Aguas. También estuvo presente el Presidente y una representación de la Agrupación Arciprestal de Cofradías y Hermandades de Baeza; la Hermana Mayor y representante de la Cofradía de la Virgen del Alcázar y San Andrés Apóstol de Baeza; representantes de la Real, Antigua e Ilustre Archicofradía del Santísimo Cristo de la Yedra y Nuestra Señora del Rosel y el Hermano Mayor de la Cofradía de las Ánimas de La Yedra, así como una representación de las autoridades civiles de la villa: el Alcalde y Corporación Municipal y autoridades militares.
Don Amadeo compartió la Palabra de Dios y nos animó en la fe y en la caridad a Cristo, centro de la vida del cristiano; estas son un breve resumen de sus palabras durante la homilía:
«Cristo Crucificado ofrece salvación. En definitiva está ofreciendo siempre el amor de Dios y nos invita a ser hermanos. Para ello debemos preguntarnos qué necesitamos de Dios. Mirando nuestra propia historia observamos que en los momentos difíciles, el ser humano creyente, siempre busca el amor de Dios. Nosotros, hombres de fe, vamos llenando el corazón de fe y le buscamos en nuestras vidas, lo buscamos cuando lo necesitamos. Ese Dios que conoce nuestra esencia es quien nos entregó a Cristo«. Para añadir, «Nuestra fe está centrada en la persona de Cristo, y en Él descubrimos el amor de Dios. A través del Cristo de las Aguas podemos contemplar el rostro de Dios. Mirar a Cristo es buscar quien es Él y cómo es Él. Por eso nuestra mirada, nuestra intención y deseo de que el corazón de Dios nos muestre a Cristo, y así, vaya llenando nuestro propio corazón, ofreciendo a nuestra propia vida lo que quiere darnos».
El Obispo de Jaén quiso incidir en la acción de Cristo en la vida del cristiano, explicando que «Mirar al Cristo de las Aguas para nosotros debe ser la búsqueda de un modelo de vida cristina, saber que quiere Cristo de mí y el modelo de vida que he de seguir. Porque la relación entre Dios y nosotros tiene que ser un reflejo de nuestra propia vida, de nuestros sentimientos y de la relación de los unos y los otros porque la Cruz es siempre un signo de amor. Por eso nuestra mirada hacia el Cristo de las Agua tiene que ser una mirada que recoge el amor de Dios».
Para finalizar expresó, «Recojamos amor, el amor de Dios, que se nos entregó en Cristo, para servir con amor y para reflejarlo en nuestra existencia y entregarlo en nuestro día a día».
Una jornada muy entrañable de devoción hacia la talla del Cristo del Mármol que el Obispo pudo compartir con esta comunidad parroquial.