El Obispo Don Amadeo visita a la Patrona De Cazorla, Nuestra Señora De La Cabeza, en El 75 Aniversario de su imagen actual 

El sábado 27 de mayo, la Parroquia de Santa María de Cazorla celebró el tercer día de Triduo en honor a la Santísima Virgen de la Cabeza, Patrona de la localidad, así como la Solemne Eucaristía conmemorativa del 75 aniversario de su venerada imagen actual, obra del escultor don Francisco de Paula Gomara, en 1942. La Santa Misa fue presidida por nuestro Obispo, Don Amadeo tras la invitación realizada por la Junta de Gobierno de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza y el párroco de Santa María, D. Antonio Garrido Colomina.

La celebración eucarística daba comienzo a las siete y media de la tarde, junto a Don Amadeo, concelebraron la Santa Misa, el Párroco, el Delegado Episcopal de Cofradías y Hermandades de la Diócesis de Jaén, D. Juan Francisco Ortiz y el Arcipreste de Cazorla, D. Francisco Daniel Villacañas.

Al comienzo de la misma, el párroco  expuso al Prelado jiennense algunos datos referentes a la historia de la devoción que Cazorla profesa a su Patrona, atendiendo en concreto al acontecimiento de la llegada de la imagen hace 75 años. Don Amadeo en la homilía destacó como ha de ser el amor que los cristianos debemos profesar a María Santísima, y subrayó: “El corazón de cada cazorleño y cazorleña debe de ser el santuario de la Virgen de la Cabeza”.

La Santa Misa finalizó con la lectura del Ejercicio del Triduo en su tercer día y varias muestras de agradecimiento por parte del párroco, el Obispo y el Hermano Mayor de la Cofradía. El Coro Rociero de Cazorla, que armonizó la celebración, interpretó el himno a la Virgen de la Cabeza, como broche final.

Entre los participantes se encontraban representantes de las cofradías cazorleñas, cofradías procedentes de pueblos cercanos, miembros de los Consejos Pastoral y  Económico de la Parroquia,  antiguos hermanos mayores de la Cofradía de la Virgen de la Cabeza, autoridades civiles del municipio y devotos de la Virgen, en general.

Como conclusión, Don Amadeo se despidió contemplando a la Virgen de la Cabeza en su bello altar de culto, acto seguido pasó a la Sacristía del templo para firmar en el libro de honor de la Cofradía, encomendando su ministerio episcopal a la Santísima Virgen y dándole gracias por su primer año como Pastor de la Diócesis jiennense.

Alberto Perona Navarro
Antonio Garrido Colomina