El Obispo pone bajo la intercesión de la Virgen de la Cabeza el nuevo curso de la curia diocesana

El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico Martínez, ha presidido hoy, en la capilla mayor de la Casa de la Iglesia de Jaén, la Eucaristía de inicio del curso de la curia diocesana.

Previamente, se reunía con los Delegados, Subdelegados y Directores de Secretariados, que han jurado su cargo.

Durante este encuentro el Obispo ha querido agradecer a los responsables de las diversas áreas su disponibilidad “para este servicio tan hermoso a nuestra Iglesia diocesana”.

Así, el Prelado les ha pedido en el desempeño de sus funciones tres actitudes muy importantes: de acogida, de servicio y de agradecimiento. “Se nos pide que seamos gente que acojamos a todos aquellos que se nos puedan acercar. Somos, por decirlo de alguna manera, los brazos de nuestra Iglesia en las distintas realidades y sectores. También, tenemos que tener una actitud de servicio, entregándonos plenamente al Señor y a aquella misión que se nos ha encomendado. Precisamente ese deseo y esa actitud es la que tiene que tener nuestro corazón, que es la actitud de la Virgen María. Y, por último, debemos tener la actitud del agradecimiento por todo lo que el Señor nos ha dado y, además, gratitud a nuestra Iglesia diocesana por fijarse en nosotros para desempeñar esta gran responsabilidad”.

Eucaristía
Posteriormente, en torno a las 12.30 horas, ha comenzado la Santa Misa, que ha estado concelebrada por el Vicario General, D. Juan Ignacio Damas; el Provicario General, D. José Antonio Sánchez; y otros Vicarios Episcopales de Zona, así como por el Canciller Secretario y el Secretario del Obispo.

Han participado, además, los Delegados, Subdelegados, Directores de los Secretariados, Consiliarios, así como los trabajadores de la Curia diocesana, que han sido los encargados de las lecturas y la oración de los fieles.

Durante su homilía el Obispo, haciendo referencia al Evangelio de san Lucas, ha querido recordar que las palabras de Jesús “nos llaman, también a nosotros en este momento que nos toca vivir, donde las persecuciones y el debilitamiento del contenido de nuestra fe, también se da”. Y en este sentido ha añadido: “Las dificultades a la hora de vivir la fe y de testimoniarla siempre han sido signo de autenticidad en el seguimiento del Señor, que interpela, que molesta y denuncia a un mundo ensombrecido y embebido por la soberbia y el egoísmo inoculado por el mal. Por ello, también la presencia de dificultades, nos pueden hacer más fuertes en la fidelidad al amor de Dios. Sobre todo, con la ayuda de la oración y los sacramentos que no deben faltar en nuestra vida”.

Don Sebastián ha querido continuar recordando a los allí presentes la gran responsabilidad que supone formar parte de la curia diocesana. “Tenéis una gran responsabilidad y debemos todos ser coherentes con la confianza que nuestra Iglesia jiennense ha puesto en nuestras manos y en nuestros corazones”. Y ha proseguido explicándoles que son un instrumento al servicio de la tarea del Obispo. “Sois las personas y los organismos que, de manera estable y cercana, colaboráis en mi misión pastoral. Podríamos decir que vosotros y yo formamos una sola cosa, una gran familia”.

Asimismo, Monseñor Chico Martínez, ha querido agradecerles su entrega generosa y la fidelidad en su servicio. Además, los ha invitado a vivir “con alegría e ilusión esperanzada este nuevo curso pastoral que se nos plantea”. Y ha subrayado que el camino común será el Plan Pastoral diocesano, “que guiará nuestros pasos reflexionando durante todo este año sobre la conversión pastoral y la juventud de nuestra Diócesis, dos ejes que se enclavan bajo el lema: «Algo nuevo está brotando, ¿no lo notáis? (Is 43,18)»”.

Para culminar, el Pastor ha puesto este nuevo curso bajo la intercesión de la Santísima Virgen de la Cabeza, patrona de la Diócesis. “Que Ella, que es nuestra Madre, cuide y proteja a nuestra Iglesia Jienense, cuide a nuestras familias, nos fortalezca en la fe y nos haga valientes en nuestra coherencia de vida, siendo auténticos hijos de Ella”.

Antes de la bendición final y el canto de la Salve Regina, Don Sebastián también, dirigiéndose a la curia, ha querido tener unas emotivas palabras. Así, ha querido insistir en que son su familia y reconocer que es para él una dicha “comenzar mi camino como Obispo junto a vosotros. Ayudadme a ser Padre, con vuestros consejos, con vuestro servicio, con vuestra entrega”.

Finalmente, la jornada terminaba con un aperitivo fraterno.

Galería fotográfica: «Inicio de curso de la curia diocesana»