El Obispo de Jaén preside la Eucaristía en la Fiesta del Mayor
4 febrero de 2019El Seminario diocesano acogía el pasado viernes, 1 de febrero, la Fiesta del Mayor, que Vida Ascendente celebra anualmente en torno a Festividad de la Presentación del Señor.
A las 13 horas comenzaba la Eucaristía presidiada por el Obispo, Don Amadeo Rodríguez Magro. Estuvo concelebrada, además, por el Vicario de Evangelización, D. Juan Ignacio Damas; el Consiliario diocesano de Vida Ascendente, D. Facundo López; el Salesiano D. Agustín Ruiz; y los sacerdotes diocesanos D. Eugenio Casado, D. Domingo Pérez y Antonio José Morillo.
Durante la homilía, el Obispo destacó que el movimiento de Vida Ascendente es una realidad en la Iglesia diocesana que ayuda a la fortalecer la fe. “Vosotros pertenecéis a este movimiento para fortalecer vuestra fe, en esta situación concreta de vuestra vida. Pero sabéis que la fe siempre se fortalece dando. Por tanto, sois una fuerza de la Iglesia para dar y para ofrecer. Dar la fe es siempre mirar a otros y compartir con ellos lo que tenemos, lo que llevamos en el corazón, lo que hemos encontrado y descubierto”.
Don Amadeo insistió, igualmente, en que, a pesar de la edad que tengamos, todos somos buscadores de Dios. “No penséis que por tener la edad que tenéis habéis llegado a la meta del recorrido de vuestra fe. Todos estamos en el itinerario de la vida, estamos en la peregrinación de la vida y somos buscadores de Dios”. Y continuó ensalzando la figura del anciano Simeón. “Simeón era alguien que intuía la presencia de Dios. Sabía que estar con Dios era algo más que estar en un templo. Sabía que el encuentro con Dios era algo más personal, más íntimo y que a Dios se le puede encontrar de tú a tú”. Y añadió: “El encuentro con Dios te cambia la vida. No es hacer cosas, no es rezar oraciones,… todo eso hay que hacerlo sabiendo que hemos encontrado en nosotros el amor de Jesucristo”.
Continuando con el ejemplo de Simeón, el Obispo quiso también hacer referencia a la Misión diocesana que ya ha comenzado en la tierra del Santo Reino. “Cuando Simeón encuentra al Señor deja de ser buscador y se convierte en misionero. Por eso, proclama con alegría, con ilusión, con gozo… que ha cambiado su vida. Simeón es el ejemplo más hermoso de misionero que proclama el encuentro con Cristo. Eso es lo que estáis haciendo vosotros en la Misión diocesana. Estáis prestando vuestras casas; estáis dispuestos a visitar a los demás; estáis dispuestos a comunicar que habéis conocido al Señor y que merece la pena vivir con Él; estáis dispuestos a anunciar a Jesucristo a los demás, con sencillez, con naturalidad, con verdad; estáis dispuestos a narrar vuestra experiencia, con palabras sacadas de vuestro corazón, y decir quién es Jesús para vosotros. Eso es lo que tenemos que compartir y comunicar. Y es, precisamente, lo que estamos haciendo en la Diócesis”.
El Pastor diocesano insistió en que el movimiento Vida ascendente debe participar en la Misión. “Vida Ascendente en misión, sí o sí. Tenéis un papel muy importante y muy bonito en la Iglesia”.
Y finalizó haciéndoles una recomendación. “Cuando penséis en la juventud, no penséis solamente con llanto y lamento. Debéis pensar qué debo hacer yo, qué puedo hacer yo, cómo me puedo enfrentar yo ante esa situación de la Iglesia y de la sociedad, cómo puedo enfrentarme ante el abandono de la fe y de la vida de la Iglesia. Tenéis, queridos mayores, un papel imprescindible. Solo os pido que deis testimonio de Cristo ante vuestros nietos, con naturalidad, como habláis de tantas otras cosas. Y, sobre todo, que pongáis la alegría de haber conocido al Señor, porque no hay nada que contagie tanto como ver a una persona contenta y feliz por su fe. Felices, como el anciano Simeón y la profetisa Ana, de haber encontrado al Señor y ser, también, como ellos, testigos con alegría. Testigos en la misión y en aquello que os pidan y os corresponda. Que así sea”.
Tras la Santa Misa los mayores pudieron compartir una comida fraterna.