D. Fernando Chica, observador de la Santa Sede ante la FAO, con Manos Unidas
8 febrero de 2016Según el último “Informe sobre la inseguridad alimentaria en el mundo”, publicado por la organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2015, 793 millones de personas pasan hambre. Y aunque esta cifra ha descendido en 167 millones en el último decenio, sigue siendo una tremenda lacra a erradicar.
Hacer frente a la inseguridad alimentaria y a la malnutrición necesita de una asistencia especialmente diseñada y específica, y de un firme compromiso político para abordar las causas subyacentes, respetando los derechos humanos básicos, comenzando por el derecho a la vida.
En este sentido, la FAO tiene como objetivo proponer y desarrollar medidas y actividades internacionales que erradiquen el hambre. Entre esas medidas está el nombramiento de los llamados “observadores permanentes”, que participan en las actividades de la organización y contribuyen a sus programas. Actualmente, 56 Estados cuentan con esa condición, entre ellos, el Vaticano.
Y es precisamente un sacerdote de nuestra diócesis de Jaén, D. Fernando Chica Arellano, el que ocupa ese puesto desde que fuera nombrado por el papa Francisco en febrero de 2015. Monseñor Chica desempeña desde entonces su labor, no solo ante la FAO, sino ante los otros dos organismos encargados de velar por la seguridad alimentaria en el planea: el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Estos días, coincidiendo con el VIII encuentro de Consiliarios Diocesanos de Manos Unidas que se ha celebrado en Madrid, Monseñor Chica ha impartido dos conferencias: la primera de ellas, con la lucha contra el hambre como tema central, llevará por título “Una lectura a la luz de las enseñanzas del papa Francisco” y la segunda analizará las ideas clave de la encíclica “Laudato Si”.
En ambas exposiciones, Chica dejará patente la preocupación de la Santa Sede, y de la Iglesia católica, por el cuidado de la tierra como “casa común”, y de las consecuencias que su deterioro está teniendo para todos sus habitantes, especialmente para los más pobres y vulnerables, como se puso de manifiesto en los discursos de Francisco en la sede de la FAO en Roma en 2014 y 2015.
Además, durante su estancia en Madrid, Monseñor Chica recibió la encomienda de la Orden de Isabel la Católica, en la sede del Ministerio del Interior, y presentó, en la sede de COPE, el libro “Loado seas, mi Señor”, en torno a la “Laudato Si”, y publicado por la BAC, y del que es co-autor.
Con su VIII encuentro de Consilarios, destinado principalmente a los Consiliarios Diocesanos de la organización, Manos Unidas ha querido, también, hacer hincapié en la línea de trabajo que desarrollará en los próximos tres años (2016-2018), cuando en la organización se da inicio a un trienio dedicado a la lucha contra el hambre, sus causas, problemas y consecuencias, desde una triple perspectiva: el mal uso de los recursos alimentarios y energéticos; un sistema económico internacional que prima el beneficio y excluye a los débiles y unos estilos de vida y consumo que aumentan la vulnerabilidad y la exclusión.