Carta Pastoral: Ven, Señor, que te esperamos. Adviento 2015
1 diciembre de 20151. Cada año, por estas fechas, renovamos nuestra petición: Ven, Señor, que el mundo te espera y te necesita. Es el clamor que brota de millones de cristianos que esperan la próxima Navidad. ¡Ojalá no se apague nunca este deseo universal, porque desaparecía la verdadera esperanza!
EL ADVIENTO, que comenzaremos el domingo, día 29 de noviembre, y que se extenderá hasta el 24 de diciembre, es el tiempo litúrgico en el que la comunidad eclesial prepara el nacimiento del Niño Dios. Acogemos con fe la venida continuada en el tiempo de Cristo Jesús.
El Dios que quiso ser Dios-con-nosotros, el Verbo Encarnado en María Virgen hace dos mil años, sigue actualizando su presencia entre nosotros, sacramentalmente, en la Navidad.
2. Son cuatro semanas que pasan pronto, a veces en preparativos externos, sin interiorizar como deberíamos en tan inmenso misterio de amor, y recordar otras navidades pasadas. ¡Qué importante es esta memoria! ¡Qué importante darla a conocer a otros!
Nos dice de nuevo Juan el Bautista: “Preparad el camino al Señor”, que los montes se allanen y los valles de levanten. A través de la sagrada liturgia nos llegarán vivas estas palabras durante este tiempo. Nos convocan a los cristianos a salir por sendas y caminos que el Señor quiere recorrer para encontrarse con todos, más aún con quienes ni le conocen y le añoran en su corazón.
Hagámonos, por unos días al menos, misioneros del amor y de la misericordia. ¿Para quienes?, podríamos preguntarnos. Rellena de nombres tu lista personal y llévales el mensaje de paz de Belén. Por estas sendas de amor es como se llega al Niño Dios.
3. No perdamos tampoco de vista que, durante el próximo Adviento, se abrirá en Roma, el día de la Inmaculada, el AÑO JUBILAR EXTRAORDINARIO DE LA MISERICORDIA, unido al cincuentenario de la apertura del Concilio Vaticano II.
En las demás Diócesis del mundo esta apertura tendrá lugar en el Domingo III del Adviento, día 13 de diciembre y se extenderá hasta la Fiesta de Cristo Rey, del año 2016. Así lo ha establecido Su Santidad, el Papa Francisco, por medio de la Bula Misericordiae Vultus[1].
En la Diócesis de Jaén, durante todo este tiempo, permanecerán abiertas TRES PUERTAS DE LA MISERICORDIA: en las Catedrales de Jaén y de Baeza y en la Basílica-Santuario de la Santísima Virgen de la Cabeza, Patrona de esta Iglesia particular.
4. Jesús viene a nosotros con sus manos llenas. En un establo y sobre pajas, en la mesa del altar y confesonario, se ofrece a todos nosotros. Que no tenga que repetirse la frase del evangelista: “Y los suyos no lo recibieron” (Jn 1,11). Tengamos la audacia de salir al encuentro del Dios misericordioso, hecho hombre para nuestra salvación.
Contemos con la ayuda de María, nuestra Madre de “ojos misericordiosos”, como rezamos en la Salve. Podemos preguntarla cómo celebró ella el Adviento, cómo preparó el nacimiento de su Hijo, cómo lo esperó llevándole en sus entrañas desde el anuncio del Ángel, cómo se ofreció con Él en su muerte salvadora.
“¡Ven, Señor, Jesús!”. Ven al que sufre, al que no tiene cobijo, al que no tiene donde calentarse, al extranjero. Ven a quienes lloran a solas, en una cama, en el hospital, en una celda. Que sean ellos los primeros a quienes sientes en la mesa de tu misericordia.
Mi afecto en el Señor,
Jaén, 23 de noviembre de 2015
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén
[1] Papa Francisco, números 3 y 6.