Carta Pastoral: La cuestión ecológica
19 junio de 2015 Queridos fieles diocesanos:
1. Acabamos de recibir una nueva Encíclica de Su Santidad el Papa Francisco que lleva por título LAUDATIO SI’. Toma este nombre del “Cántico de las criaturas”, de San Francisco de Asís.
Le expresamos nuestro agradecimiento por las orientaciones seguras de su Magisterio en materia de tanta actualidad.
Así se lo expreso en una carta dirigida a Su Persona, en nombre de todos los diocesanos, al tiempo que le felicitamos el próximo “Día del Papa”, en el tercer aniversario de su pontificado.
2. Nuestra Santa Madre Iglesia nos invita a través de esta Carta, a profundizar y conocer tan importante temática para respetar la que el Papa Emérito Benedicto XVI llamó la “gramática” que el Creador ha inscrito en su obra, confiando al hombre el papel de guardián y administrador responsable de la creación [1].
Dios ha encomendado al ser humano la buena gestión de la naturaleza. Para ello no puede quedar supeditado o sujeto sólo a la técnica, pues la naturaleza es mucho más que un espacio para disfrutarlo o explotarlo.
De hecho, nuestra profesión de fe cristiana comienza con estas palabras: “Creo en Dios, Padre Todopoderoso, Creador del Cielo y de la tierra”. Hemos de redescubrir y aclarar el vínculo existente entre persona humana y creación.
3. Podremos descender, a través de su lectura y estudio de los seis capítulos del texto de la Encíclica, a una reflexión de lo que está pasando a “nuestra casa”, pues la naturaleza es, de algún modo, la casa del hombre (Cap. I); releer los relatos de la Biblia para comprobar la responsabilidad que pone Dios en el ser humano respecto a la creación (cap. II); descender a un análisis de las raíces de la situación actual, para conocer sus raíces o causas más profundas (cap. III); caer en la cuenta sobre la necesidad de elaborar unas bases a favor de una ecología integral, en que se contemplen los vínculos existentes y cuestiones sociales y humanas (cap. IV); conocer las propuestas concretas que el Papa Francisco propone sobre lo que podemos y debemos hacer en este campo (cap. V), indicándonos, finalmente, algunas líneas de maduración humana inspiradas en la experiencia cristiana. Una profunda conversión ecológica global, en definitiva, que hemos de hacer llegar a la escuela, a la familia, a los medios de comunicación social y a la catequesis (cap. VI).
En el recorrido de su lectura late este interrogante: ¿Qué tipo de mundo queremos dejar a quienes nos sucedan? Lo que, a su vez, nos lleva a preguntarnos –escribe el Santo Padre–, ¿para qué pasamos por este mundo?, ¿para qué venimos a esta vida?, ¿para qué trabajamos y luchamos?, ¿para qué nos necesita esta tierra?
4. Tratemos de sacar tiempo para conocer y dar a conocer a esta nueva Encíclica. Hagamos de ella una lectura reposada. Nos ayudará a afianzar nuestra fe sobre el alcance del proyecto creador de Dios, del que somos todos protagonistas colaboradores y defensores.
Demos también a conocer a otros el Documento pontificio, lo que encomiendo sobre todo a los sacerdotes, agrupaciones, asociaciones y movimientos eclesiales. Sería de desear su presentación, cuanto antes, en los Arciprestazgos, núcleos de población más importantes en la Diócesis, en Colegios y otras instituciones. No podemos conformarnos con noticias que nos lleguen desde otros sectores, sino desde su conocimiento directo.
Así se hará ya a nivel diocesano, una primera aproximación, el próximo día 22, a las 20.30 horas, en la Sacristía de la S.I. Catedral de Jaén.
Con mi saludo y afecto en el Señor.
Jaén, 19 de junio de 2015
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén
[1] Cf. BENEDICTO XVI, Caritas in veritate, 28, 51, 61.