Carta Pastoral Día del Seminario 2012
8 marzo de 2012Muy queridos fieles y seminaristas:
1. La fiesta de San José viene siendo tradicionalmente una invitación a la comunidad diocesana para contemplar de cerca la realidad esperanzada de nuestros seminarios diocesanos.
Al ser día laborable el día de San José en la Comunidad, esta Jornada se celebrará el domingo más inmediato: el 18 de marzo.
Escribía el Beato Juan Pablo II que “es la Iglesia, como sujeto comunitario, quien tiene la gracia y la responsabilidad de acompañar a cuantos el Señor llama a ser sus ministros en el sacerdocio” (P.D.V. 65).
Sabemos, ciertamente, que las vocaciones para el sacerdocio hemos de pedirlas diariamente al Dueño de la mies pues Él es quien llama, pero también es toda la comunidad diocesana la que tiene la hermosa tarea de buscarlas, cuidarlas y apoyarlas. Un jardín no florece si no se cultiva y riega con esfuerzo y permanente vigilancia.
2. El lema de la jornada para este año lleva como título: Pasión por el Evangelio.
Cuando la Iglesia viene insistiéndonos en estos últimos años sobre la necesidad y urgencia de una Nueva Evangelización debemos afianzar nuestro ser bautismal en la gran verdad de que el anuncio del Evangelio constituye el núcleo de nuestra Iglesia. Jesucristo continúa enviándonos a sus discípulos, laicos, consagrados y sacerdotes, y es lógico que el seminarista se familiarice progresivamente con este mandato siempre permanente.
Les decía Su Santidad, Benedicto XVI, con ocasión de la JMJ el pasado verano: “Aprended de Aquel que se definió a sí mismo como manso y humilde de corazón, despojándoos para ello de todo deseo mundano, de manera que no os busquéis a vosotros mismos, sino que con vuestro comportamiento edifiquéis a vuestros hermanos” (Homilía en la Catedral de la Almudena).
Es tiempo, queridos fieles diocesanos, de que cesen las palabras en la urgente tarea vocacional y hablen las obras. El ejemplo de nuestras vidas en el seguimiento humilde de Jesús, sobre todo por parte de los sacerdotes, es el lenguaje y discurso más elocuente para invitar a los jóvenes a vivir con Él, conocerle y seguirle “dejándolo todo”.
3. Encomendamos ante el Señor y agradezcamos el interés y dedicación de la Delegación Episcopal de vocaciones, de forma especial a los formadores y profesores de nuestros Seminarios, por su entrega y solicitud pastoral en esta singular tarea diocesana.
Rogamos particularmente a los padres, catequistas y profesores de religión que enseñen y ayuden a los niños y adolescentes a crecer en amistad con Jesús, a hablar con Él, escucharle y recibirle en la Eucaristía. Este es el “clima” en el que se desarrolla la llamada para un día ser sacerdotes.
Siempre hemos pensado en el insustituible apoyo de las religiosas de clausura en esta tarea diocesana. Su silencio intensivo y permanente oración por las vocaciones sacerdotales y de consagración las sitúan en primera línea de esta jornada que se extiende a lo largo de todo el año.
Pedimos, sobre todo, a la que es Madre de los sacerdotes y al patriarca San José que intercedan ante el Señor para que continúe llamando en esta Iglesia a los futuros sacerdotes y ayuden en el desarrollo de su vocación a los actuales seminaristas.
Con mi saludo agradecido en el Señor.
+ Ramón del Hoyo López
Obispo de Jaén