Carta Pastoral del Sr. Obispo: “CONSTRUYE PARROQUIA. PON TU LADRILLO”

     Muy queridos fieles diocesanos:
     1.- Terminados los días estivales nos disponemos a iniciar, con la ayuda del Señor y bajo el patrocinio de la Santísima Virgen de la Cabeza en su Año Jubilar, la andadura de un nuevo curso pastoral.  
Sabemos todos muy bien que la misión de la Iglesia es la de evangelizar, de dar a conocer y ayudar a vivir según el evangelio de Nuestro Señor Jesucristo. Un nuevo curso siempre es un regalo y estímulo que el Señor pone en nuestras manos para continuar creciendo en “la comunión y corresponsabilidad”, objetivo principal de nuestro Plan Pastoral el curso pasado y “potenciar nuestra identidad de testigos de Cristo en la sociedad de Jaén”, objetivo del que iniciamos.
     2.- Los medios económicos tienen, en la comunidad cristiana, la finalidad de ayudar a llevar adelante las tareas pastorales, sobre todo al servicio de los más pobres, y a las necesidades más urgentes, desde la comunicación cristiana de bienes.
     En esta ocasión quiero presentar, en nombre de nuestra Iglesia diocesana, la preocupación y urgencia en acometer la construcción de NUEVOS TEMPLOS en Jaén, Andújar, Las Infantas, Linares.
     Escuchados los distintos Consejos diocesanos, aprobamos para ellos UNA COLECTA ESPECIAL en el tercer Domingo del mes de septiembre, día 20, y destinar sus resultados íntegros, de que se dará cuenta detallada, a estos fines.

     3.- Colaborar en esta colecta es construir comunión, como nos enseña San Pablo (cf. 1 Cor 12- 14). Con la colecta que organizó entre las comunidades de Macedonia y de Acaya, para ayudar a los hermanos de Jerusalén, quería poner de relieve la unidad de la única Iglesia, aunque sus comunidades estén dispersas en lugares muy distantes. Y además, se realizaba así un intercambio razonable, pues si los gentiles «han participado en sus bienes espirituales (se refiere a los cristianos de Jerusalén), ellos a su vez deben servirles con sus bienes temporales» (Rm 15, 27).  Dentro de esta concepción la colecta se convierte en autentico signo cristiano.
Hoy os invito a participar en nuestros desvelos por disponer de lugares de culto dignos para desarrollar nuestra vida de fe, y os tiendo la mano para que cada uno aporte cuanto pueda: aunque sea el coste de un ladrillo. Porque somos especialmente nosotros, los católicos de la diócesis de Jaén,  quienes nos tenemos que hacer cargo de dejar a otras generaciones el rico patrimonio que nosotros hemos encontrado y que a su vez construimos. 
     4.- Si la Iglesia puso a nuestra disposición un templo en el que fuimos bautizados, nacimos a la fe, se celebran os sacramentos y se ora, con Cristo, por toda la humanidad, unas dependencias en las que se imparten  las catequesis y organizan los servicios de pastoral de la salud, de liturgia y de cáritas, todo ello, fruto de la generosidad de nuestros mayores, es justo que también nosotros, además de conservar estos locales, colaboremos a que se levanten otros, allí donde sea necesario. Me gustaría decir de vosotros, con el Apóstol San Pablo, puesto que atravesamos una grave crisis económica, que «probados por muchas tribulaciones, su rebosante alegría y su extrema pobreza han desbordado en tesoros de generosidad» (2Co 8, 2).
Con mi agradecimiento, os saluda y bendice.

     + RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ, OBISPO DE JAÉN