El Obispo de Jaén invita a las comunidades cristianas a ser «tierra de hospitalidad» en la VIII Jornada Mundial de los Pobres
18 noviembre de 2024La Catedral de Jaén ha acogido este domingo la celebración de la VIII Jornada Mundial de los Pobres, este año bajo el lema «La oración del pobre sube hasta Dios». El Obispo de Jaén, Don Sebastián Chico, ha presidido la eucaristía, que además ha supuesto la clausura de los actos organizados por la Vicaría de Caridad de la Diócesis de Jaén con motivo de la Semana de los Pobres. Asimismo, en la celebración también han estado presentes miembros de «Stop Accidentes», Asociación de Ayuda y Orientación a los Afectados por Accidentes de Tráfico. El coro parroquial de Santa María Magdalena de Jaén ha acompañado con sus cantos la eucaristía.
En la homilía, el prelado ha subrayado que el Papa Francisco, en su mensaje para esta jornada, nos invita a «redescubrir la fuerza de la oración de quienes, desde la vulnerabilidad y la necesidad, elevan su clamor confiado al Señor». «La oración del pobre no es solo un grito de ayuda, sino también un testimonio de fe en un Dios que escucha, que se compadece y que actúa en favor de los humildes», ha añadido. El Obispo de Jaén ha subrayado que el Papa señala en su mensaje que esta jornada «no es un evento aislado», sino «una llamada permanente a poner a los pobres en el centro de nuestra vida cristiana». «Nos recuerda que la oración de los pobres sube al cielo porque nace de un corazón sincero y contrito, y que su confianza en Dios no conoce límites, incluso en medio de la adversidad. Este clamor, muchas veces silencioso y desapercibido, nos interpela a todos: ¿Cómo respondemos a las necesidades de nuestros hermanos más pequeños?», ha cuestionado Don Sebastián Chico.
«El Papa nos advierte contra la indiferencia -ha continuado-, que es la verdadera enemiga del amor y de la solidaridad. Nos anima a no mirar hacia otro lado ante la pobreza material y espiritual que nos rodea. En su mensaje, Francisco nos desafía a salir al encuentro de los pobres, a no conformarnos con soluciones superficiales o asistencialistas, sino a establecer relaciones auténticas que reconozcan su dignidad y su protagonismo en la construcción de un mundo más justo», ha explicado el Obispo.
Unir la oración a la acción
De igual modo, el pastor jiennense ha concretado que el Papa también nos propone un camino concreto: «Unir la oración a la acción». «Escuchar el grito de los pobres no basta; es necesario dar una respuesta concreta y eficaz», ha manifestado. Así, ha hecho referencia a la realidad de los temporeros que llegan a la provincia de Jaén. «No basta saber que tenemos ahora a muchos temporeros en nuestras calles, emigrantes, muchos de ellos sin papeles. Es necesario dar una respuesta concreta y eficaz. Y ahí tenemos que estar Cáritas; ahí tiene que estar la Iglesia y el brazo caritativo de la Iglesia, que es Cáritas», ha afirmado con rotundidad el Obispo de Jaén. «Cáritas no es una ONG; es la Iglesia en acción, el brazo derecho de la Iglesia», ha matizado. En este sentido, cada comunidad cristiana está llamada a ser una “tierra de hospitalidad, un lugar donde los pobres encuentren consuelo, compañía y ayuda tangible».
Finalmente, ha recordado que el Papa insiste en que los pobres «son un tesoro para la Iglesia», porque a través de ellos aprendemos «a vivir con más fe y confianza en Dios». «Nos enseñan lo esencial, aquello que no se puede comprar ni vender: la gratuidad del amor y la esperanza en medio de las pruebas», ha explicado. Ha recordado que tenemos «una gran responsabilidad» ante Dios y nuestros hermanos. «Un día nos presentaremos ante Dios y nos preguntará ¿cómo hemos invertido nuestros dones?, ¿cómo hemos vivido y cómo hemos amado, especialmente a los más necesitados?», ha afirmado para concluir que esta Jornada Mundial de los Pobres «sea una oportunidad para renovar nuestro compromiso con el Evangelio y para hacernos instrumentos de la misericordia de Dios, llevando consuelo, justicia y esperanza a quienes más lo necesitan». «Como nos dice el lema de este año, confiemos en que “la oración del pobre sube hasta Dios” y preparemos nuestro corazón para ser, también nosotros, respuesta a esa oración», ha concluido.
Mensaje a los seminaristas
Al término de la celebración, Don Sebastián Chico se ha dirigido a los seminaristas presentes en la eucaristía y les ha instado «a ser servidores de los pobres». «Ser sacerdote significa ser servidor, estar al servicio de los pobres, en ellos la comunidad Cristiana encuentra el rostro y la carne de Cristo, que, de rico que era, se hizo pobre para enriquecernos con su pobreza (Cf. 2 Cor 8,9)… Tenemos que discernir las distintas realidades de pobreza, en todas sus dimensiones, que existen en nuestra tierra jienense para servirlas», ha insistido. Incluso, ha instado a que quien no tenga claro este aspecto «es mejor que abandone cuanto antes el Seminario, porque esta no es su vocación».
Cáritas diocesana de Jaén