Carta Pastoral para la Jornada del Domund 2011
5 octubre de 2011 Muy queridos fieles diocesanos:
En este domingo, 23 de octubre, se celebra en toda la Iglesia la Jornada Mundial de las Misiones. Es, como sabemos muchos desde niños, un día dedicado especialmente a prestar especial atención a nuestros compromisos misioneros que nacen de nuestro bautismo.
El lema para este año: “ASÍ OS ENVÍO YO”, debe sonarnos en cada uno de nosotros de una forma muy personal. Es el Señor quien nos envía, a cada uno y como comunidad, a ser testigos del Evangelio de Jesucristo, luz del mundo y sal de la tierra. Como nos propone y desea el Santo Padre, Benedicto XVI en su Mensaje para esta Jornada y este día debe suponer para cada cristiano “el deseo y la alegría de ir al encuentro de la humanidad llevando a todos a Cristo”.
Permitidme recordaros las palabras aún muy recientes del Papa dirigidas a los jóvenes cristianos de todo el mundo en aquella memorable Misa de clausura en Madrid de la Jornada Mundial de la Juventud cuando, en medio de un entusiasmo indescriptible, les decía, nos decía: “No se puede encontrar a Cristo y no darlo a conocer a los demás. Por tanto, no os guardéis a Cristo para vosotros mismos. Comunicad a los demás la alegría de vuestra fe. El mundo necesita el testimonio de vuestra fe, necesita ciertamente a Dios. Pienso que vuestra presencia aquí, jóvenes venidos de los cinco continentes, es una maravillosa prueba de la fecundidad del mandato de Cristo a la Iglesia: ‘Id al mundo entero y proclamad el Evangelio a toda la creación’ (Mc. 16, 15). También a vosotros os incumbe la extraordinaria tarea de ser discípulos y misioneros de Cristo en otras tierras y países donde hay multitud de jóvenes que aspiran a cosas más grandes y, vislumbrando en sus corazones la posibilidad de valores más auténticos, no se dejan seducir por las falsas promesas de un estilo de vida sin Dios” (Homilía en Cuatro Vientos, Domingo 21 de agosto de 2011).
Preciosas también sus palabras dirigidas en el Patio de los Reyes de El Escorial a las jóvenes religiosas, destacando, entre otros campos de su apostolado “la labor misionera y la nueva evangelización”.
Sí. Es la hora de despertar todos los bautizados, unidos y bien organizados a favor de los creyentes tarea de una nueva evangelización en el territorio diocesano, pero abiertos siempre a la universalidad, a la misión “ad gentes”, tan necesaria como siempre desde el primer Pentecostés de la historia de la Iglesia.
Hemos de procurar por todos los medios mantener viva esta llama y espíritu misionero en todas las parroquias y comunidades, como respuesta a la vocación de cristianos. No podemos dejar solos a quienes, jugándose hasta su vida, desafían todos los medios e interrogantes para desplazarse a tierras de misión. Su único afán y programa es dar a conocer el tesoro que ellos han encontrado: Jesucristo.
Vale más un misionero o misionera que miles de euros pero con nuestras oraciones, sacrificios y ayuda generosa también participamos y apoyamos a quienes, en nuestro nombre, nos representan y siembran en corazones vírgenes el Evangelio.
Gracias por vuestra generosidad de esta nuestra Iglesia de Jaén. ¿Sabían que, a pesar de la crisis entre nosotros, el año 2010 superó en 19.052,33 euros al ejercicio de 2009 con 242.064,06 euros en total como cooperación económica misionera?
Entre las setenta diócesis españolas figuramos en el número veinticuatro en cuanto a las cantidades aportadas a favor de las misiones.
Sigue habiendo cristianos que olvidándose de sí mismos se entregan y dan su vida a favor de los demás, como hizo el Hijo de Dios, Jesucristo. El DOMUND nos invita a cada uno de nosotros a seguir esa dirección del amor cristiano y a colaborar con ellos en su generosa entrega.
Con mi agradecimiento y saludo en el Señor.
+RAMÓN DEL HOYO LÓPEZ
OBISPO DE JAÉN