Vivir un día de libertad y familia con la Pastoral Penitenciaria
2 noviembre de 2023El pasado sábado comenzaba el nuevo curso para los seminaristas de Pastoral Penitenciaria. La primera actividad en la que hemos participado ha sido la salida programada de la Pastoral Penitenciaria a la Ciudad de Martos. Una de las muchas salidas que se organizan desde esta Pastoral para internos del Centro Penitenciario de Jaén.
En este caso, la salida la había preparado un grupo de la Fraternidad Franciscana, participando un grupo de matrimonio de dicha fraternidad, religiosos de la orden franciscana, uno de los capellanes y voluntarios de la pastoral, entre los que nos encontrábamos nosotros dos, seminaristas del seminario de Jaén.
La esperada salida comenzó temprano a las puertas del Centro Penitenciario, donde 9 internos tuvieron una primera toma de contacto con los voluntarios y conocieron a los dos seminaristas que este año participan en esta Pastoral.
El primer contacto con el grupo que nos acogía fue en la churrería, donde desayunamos y tomamos fuerza para el día tan ajetreado que teníamos por delante. A continuación, visitamos el colegio de San Antonio de Padua, donde nos dieron la bienvenida los padres franciscanos; aquí tuvimos la ocasión de presentarnos y conocernos los que íbamos a vivir esta maravillosa aventura. Ya se respiraba la calurosa acogida y el ambiente de familia que nos envolvió todo el día.
El Ayuntamiento de Martos estuvo presente por medio de un genial guía turístico, que nos regaló una agradable visita por las calles y plazas con más encanto del centro histórico de Martos. Las interesantes explicaciones de Amador, el guía, nos hicieron viajar en el tiempo, entender la refinada arquitectura de sus monumentos, y maravillarnos con algunas panorámicas verdaderamente bellas.
De vuelta a la parroquia de San Francisco de Asís, nos esperaba para la comida D. Florencio, que nos deleitó con una sabrosísima paella, además de unos riquísimos y abundantes entremeses y los deliciosos postres realizados por hermanas religiosas clarisas de Baeza.
Después de la sobremesa, volvimos al colegio de San Antonio de Padua, allí nos esperaban el resto de hermanos franciscanos. Fray Eugenio nos ilustró con algunos de los capítulos más importantes de la vida del santo de Asís y de su experiencia de vida como camino hacia la libertad, como parangón con el momento histórico en que vivimos; además, nos inspiró con algunas frases y lecciones de vida que aún resuenan en nuestra memoria.
Hubo tiempo para divertidísimos juegos de grupo, compartir los sentimientos que nos había provocado el día, así como para la emoción, cuando un interno interpretó varias canciones románticas dejándonos envolver con su cálida y prodigiosa voz.
Antes de la Eucaristía pudimos aprender cantando “Hazme un instrumento de tu paz”, la oración de San Francisco que manifestaba fielmente el ambiente de paz, unión, esperanza, consuelo y alegría que nos transmitimos unos a otros. Todos reunidos en torno a la mesa del Señor, colmados de gozo y fraternidad, compartimos el mismo pan y dimos gracias a Dios por el regalo que nos había concedido en este día. Esperamos que vuelva a repetirse muy pronto.
Víctor y Salva, seminaristas diocesanos de la Pastoral Penitenciaria