Trece internos reciben el Sacramento de la Confirmación en la cárcel de Jaén
21 junio de 2024Como cada año, los internos del Centro Penitenciario han recibido el Sacramento de la Confirmación. Uno de ellos, también, ha sido bautizado. La Iglesia ahora tiene, trece nuevos testigos del amor de Dios para el mundo.
El pasado día 20 de junio, los internos, acompañados de sus capellanes y los voluntarios de Pastoral Penitenciaria, acogían a nuestro Obispo, Don Sebastián, con alegría, agradecimiento y sintiendo muy de cerca a nuestro queridísimo Padre José Luis Cejudo, recientemente fallecido. El Obispo, al iniciar la celebración, recibía en la Comunidad al aspirante a bautizarse. El aspirante, acompañado de su padrino, respondía que pedía la fe.
Una vez proclamada la Palabra de Dios, Don Domingo, Delegado de Pastoral Penitenciaria, presentó uno a uno a los confirmandos. Ellos fueron levantándose y respondiendo “Presente”. Don Domingo, aseveró que habían recibido la formación adecuada para recibir el Sacramento.
Tras ello, Don Sebastián dirigió unas palabras a los confirmandos. Señaló la importancia de responder en la vida como lo acaban de hacer: levantándose y poniéndose a disposición. A continuación, hizo referencia al amor de Dios que nos libera y a la importancia de hacer nuestra la oración del Padre Nuestro.
Al finalizar la homilía, el Pastor diocesano procedió a bautizar a uno de los internos. Tras reafirmarse en la fe, los trece internos recibieron el Sacramento de la Confirmación con alegría.
Una vez confirmados, los internos presentaron ante el altar sus ofrendas. Junto al Pan y Vino, se ofrecieron unas flores que crecen entre los muros de la prisión, como símbolo de que entre los internos sigue brotando algo nuevo, flores que planta uno de ellos; una fotografía de sus familias, símbolo del amor y preocupación que hay entre los privados de libertad sobre lo que están viviendo sus familias; un paquete de tabaco y un mechero que evoca momentos de felicidad y luz entre compañeros y hermanos; un dibujo que representa el Espíritu del Señor; y una cruz como símbolo de las “cruces” que cada uno tiene y que se hacen más llevaderas con los distintos Simón de Cirene que se cruzan en el camino.
Antes de recibir la bendición del Obispo, uno de los ya confirmados tomaba la palabra para darle gracias a Dios. Le daba gracias, en nombre de los asistentes al Curso Cat, por la paz interior, por hacer que la vida sea más llevadera con el grupo de amigos creado, por las oraciones compartidas, por poner en el camino a José Luis, Pepe, Domingo, Carmen y los voluntarios; especialmente por José Luis porque desde el cielo “nos sigue cuidando y escuchando nuestras oraciones”; y por el regalo de haber podido reafirmar su fe.
Finalizada la celebración, Don Sebastián, tras escuchar las cariñosas palabras que le dirigía una de las internas en representación del módulo de mujeres, se comprometió a seguir teniendo en su corazón a los privados de libertad y a seguir manteniendo la tradición, iniciada por Don Ramón y continuada por Don Amadeo, de acudir a la prisión para la bendición de los belenes cada 24 de diciembre y cada Jueves Santo.
El sentimiento compartido entre los internos, voluntarios y capellanes, es que el Espíritu de Dios se hace presente de forma muy especial en este día y que Dios nos invita a derribar los muros que nos separan de Jesús. En el corazón de los asistentes, queda grabado como un tatuaje, no con tinta, sino a fuego, que merece la pena seguir a Jesús, que queremos vivir de forma alternativa, que la respuesta es “Hágase en mí, según tu Palabra”, con el modelo de la Virgen María. Una vez más, la fe remueve los cimientos de la prisión.
Pastoral Penitenciaria